Casi todas las carreteras benianas están anegadas

Según el gobernador Carmelo Lens, el 99% del sistema carretero está destruido mientras que en el sector ganadero se reportan pérdidas de 55 millones de dólares, entre cabezas de ganado e infraestructura.

En el Beni, las inundaciones han golpeado de lleno el aparato productivo, la agricultura y su infraestructura, cada día se suman números al momento de las evaluaciones, lo cierto es que, entre las posiciones políticas que debaten si es necesario declarar zona de desastre o no, en este departamento el clima comienza a mejorar pero el horizonte que pinta un sol es agobiador.

“Sólo el sector ganadero, hasta el día viernes había contabilizado la pérdida de 108 mil cabezas de ganado y estimaban una pérdida entre ganado e infraestructura en 55 millones de bolivianos. Pero estamos hablando sólo del sector ganadero, lo que el departamento va a perder es mucho más”, sentenció el gobernador del Beni, Carmelo Lens, en contacto telefónico con radio Fides, ayer.

Según los reportes oficiales de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) sólo 7% del sistema caminero está afectado con cortes de ruta a nivel nacional.

CARRETERAS

Sin embargo, en el Beni, “el único tramo transitable es Guayaramerin-Riberalta, el resto de las vías carreteras están completamente anegadas, intransitables. Ha habido pérdidas en infraestructura que van a ser asumidas por los gobiernos municipales, como es el caso de Rurrenabaque, que las la lluvias y las aguas del Beni les han destruido su Costanera”, aseguró la autoridad departamental.

Por otro lado, Lens afirmó que son varias las regiones donde la gente también ha perdido sus viviendas por lo que el riesgo es inminente de enfermedades, daños en la infraestructura caminera y ganadera son los indicios de la ardua tarea que se viene para las autoridades nacionales y regionales.

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INNECESARIA

Lens también recalcó sus críticas a la publicidad lanzada desde el Gobierno, en medios escritos nacionales y departamentales, que según sus estimaciones, llegan a 100 mil bolivianos por día y sostienen que esta actitud es de chantaje y venganza contra el departamento.