Manifestantes denunciaron excesos en represión policial

Ayer, miles de padres de familia marcharon por segundo día en las calles alteñas exigiendo ítems de computación, sin embargo, denunciaron que fueron reprimidos sin contemplaciones por la Policía, por lo que anunciaron que harán conocer su queja ante la Defensoría del Pueblo de El Alto.

Los ciudadanos fueron objeto ayer de la represión policial de efectivos del orden que no tomaron en cuenta que entre los protestantes se encontraban muchos menores junto a sus madres. La represalia más fuerte se produjo en las inmediaciones del puente distribuidor altura Ceibo, víctimas que al ser alcanzados por los agentes químicos tuvieron que esconderse inclusive en el interior del Organismo Operativo de Tránsito.

Otras madres de familia que no lograron llegar hasta este recinto policial, tomaron otras puertas donde pudieron cobijarse de gas empleado por el grupo policial y el agua que lanzaba el carro Neptuno, actitud que fue reprochada por propios y extraños, debido a la cantidad de agentes químicos y agua utilizadas por los efectivos policiales.

Producto de esta actitud, un pedido generalizado de las víctimas de este hecho, señalaron que mediante sus dirigentes enviarán una queja ante el representante del Defensor del Pueblo de la ciudad de El Alto, sobre estos abusos cometidos en la manifestación de los padres de familia.

“Nuestra macha fue pacífica nosotros no hemos ido a provocar a nadie, pero la agresión de los policías han sido brutal, porque cuando nosotros estuvimos intentando explicar nuestros objetivos de la marcha, no quisieron escucharnos y fue en ese momento en que comenzaron a patearnos y nos golpearon con sus palos hasta que una de mis compañeras cayó producto de la golpiza y ni siquiera fue auxiliada”, protestó una de las madres de familia afectada.

Según la denuncia, otra de las actitudes que fue reprochada se dio en el momento de la detención de algunas de las madres de familia, quienes fueron llevadas, en muchos de los casos arrastrándolas, hasta las oficinas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) de El Alto.