El papa Francisco, los secretarios generales de la ONU y de la OEA, otros líderes internacionales y varios gobiernos pidieron ayer el fin de la violencia y la apertura de un diálogo en Venezuela, donde las protestas antigubernamentales ya han dejado 15 muertos y más de 150 heridos.
El pontífice pidió además “un diálogo sincero” para una “justicia que afronte temas concretos para el bien común”, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, espera “gestos concretos” para reducir la polarización.
A la convocatoria del presidente Nicolás Maduro para una Conferencia Nacional de Paz, la oposición no asistió por considerar que se trata de “un simulacro de diálogo” y una “burla” a los venezolanos.