Un estudio denominado “Hidraúlica y Morfología del Río Madera”, que fue realizado en el período 2008-2009, advirtió sobre la probabilidad de que el funcionamiento de las hidroeléctricas brasileñas de Jirau y San Antonio podrían generar impactos negativos en la frontera sobre territorio boliviano, ocasionando inundaciones en el tramo binacional del río Madera, además de impactos ambientales y sociales.
Desde hace 7 años, instituciones como Fobomade, la Liga de Defensa del Medio Ambiente (Lidema) y otras vienen advirtiendo del peligro inminente de inundaciones en la zona de Guayaramerín y Cachuela Esperanza en el Beni (Bolivia), debido al funcionamiento de estas hidroeléctricas.
De acuerdo al trabajo del Instituto de Hidraúlica e Hidrología de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), desde Brasil ya se preveía el aumento de los niveles en territorio brasileño y la consiguiente inundación como consecuencia del funcionamiento de las represas, pero se negaba la posibilidad de que aquello también sucedería en el Bolivia.
El presidente Evo Morales pidió la pasada semana una investigación sobre el posible impacto de las represas del vecino país, sobre territorio boliviano.