Tres zarpazos

Tres goles de Pablo Escobar en 21 minutos fueron suficientes para que The Strongest supere con comodidad a un Wilstermann (3-1) que brillo por las imprecisiones y desaciertos de su zaga. Escobar se lució ante atenta mirada de las damas que asistieron en gran número al estadio Hernando Siles, en el encuentro adelantado de la novena fecha del campeonato Clausura de la Liga.

La figura del partido fue el capitán del equipo paceño, un lúcido Escobar, que puso en evidencia todo aquel trabajo futbolístico que profesó el entrenador Manuel Alfaro a su llegada a ‘Wilster’, y que anoche, no se vislumbró desde ninguna perspectiva.

El elenco aviador ingresó el campo de juego con displicencias y desatenciones que fue aprovechado al máximo por el Tigre, porque a los dos minutos del inicio la cuenta fue abierta por intermedio del ‘10’ quien tomó el balón tras un error de Cristhian Machado (1-0). El capitán atigrado tuvo auténtico instinto goleador, acechando y merodeando el área.

Dos minutos después, vendría el 2-0 con Pájaro como el autor de la ampliación en la cuenta. De nuevo la defensa valluna mostró su fragilidad y su negligencia, ante un capitán aurinegro, quien demostró que el atacante nunca da una pelota por perdida y que debe estar atento al error para capitalizarlo.

Encontrar el tercer tanto sería una búsqueda sencilla para The Strongest, tomando en cuenta que Wilstermann había regalado sendos errores defensivos y se había sumido en una carencia de ideas para generar jugadas ofensivas.

El tercero grito de gol atigrado se originó tras una sociedad entre Escobar y Soliz. Ambos realizaron una pared en área rival que derivó en una falta en el mediocampista. Escobar, quien cobró la pena máxima, alcanzó el tercero en su cuenta personal (3-0), y prácticamente, sentenció un partido.

Con estos tres “zarpazos” el Tigre dejó aletargado a Wilstermann, y el cuarto tanto pudo llegar en cualquier momento, pues los rojos habían regalado el cotejo en la charla técnica del entrenador.

Un disparo enviado por Rodrigo Ramallo, que impactó en el travesaño, fue la única oportunidad que generó el plantel aviador, que nunca encontró el horizonte. Las demás jugadas fueron intrascendentes. Ninguno de los ejes de la mitad del campo colocar orden o ayudar a una línea defensiva desconcertada y errática.

Además de este disparo del delantero aviador, el otro susto para el actual campeón, fue el penal que cobró el árbitro Juan Nelio García a favor de la visita. Gerardo García Berodia mandó la pelota contra las redes a los 82‘ (3-1).

Remontar este marcador era una tarea más que difícil para los visitantes porque desde el principio mostraron que el trabajo que pregonó su entrenador español nunca se vio reflejado en el campo de juego.