Nueva norma para meretrices regulará trabajo clandestino

La representante de las trabajadoras sexuales en la urbe alteña, Lili Cortez, indicó que una nueva norma para su sector regulará la actividad clandestina y de menores de edad con el objetivo de evitar Infecciones de Transmisión Sexual (ITS).

Además adelantó que dicha norma, que complementará las ya existentes, podría ser aprobada en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) en un mes.

Una audiencia en la ALP, en la comisión de Derechos Humanos, fue la instancia que retomó el debate de la norma, con la finalidad de definir el marco legal y jurídico para evitar la vulneración de los derechos sexuales de quienes prestan su servicio en las calles y en centros de consumo de bebidas alcohólicas.

“El proyecto de ley para normar y regularizar el trabajo sexual en Bolivia tienen artículos que busca proteger la salud pública, donde se permite que sólo personas mayores de edad de 18 años en adelante y con una libreta de salud pueda trabajar, pero en caso de no presentar estos documentos, en base a la Ley 263 no puede ejercer ningún trabajo de servicio sexual público”, explicó.

Las personas que estarán excluidas, del servicio sexual público, serán las trabajadoras sexuales embarazadas, menores de edad, con VIH-Sida, amparadas en la mencionada norma y la Ley de niño, niña adolescente.

En el caso de las personas con VIH-Sida las mismas estarán excluidas de la actividad sexual pública, aunque utilicen preservativo (condón), por ser un preservativo que protege sólo el 90% y no el 100%, como es la abstinencia.

“El preservativo se puede romper y la protección no es del 100% y como organización social este factor fue socializado a nivel nacional, donde las compañeras aprobaron, con la consigna de buscar otros medios de vida en favor de las trabajadoras sexuales infectadas”, indicó Cortez.

Cortez responsabiliza al Ministerio de salud la función de controlar que se evite el trabajo tanto de menores de edad como de las personas infectadas con VIH-Sida, “son las batidas y verificaciones las que deben establecer si las compañeras que realizan el trabajo sexual tienen o no sus libretas de salud, mientras que nosotras como organización social sólo realizamos un control interno, instalando una delegada en cada uno de los locales en El Alto”, reiteró.

La actividad de la representación de las trabajadoras sexuales tiene la tarea de concientizar y de controlar con la finalidad de evitar la actividad clandestina, “con el proyecto vivo en positivo tenemos una unidad móvil, donde se llegue a la población y se realizan las pruebas rápidas de ITS y Sífilis y si da positivo se realiza tratamiento y si es VIH se deriva a un centro especializado para que haga las pruebas y confirme su tratamiento inmediato”, explicó.

En un mes se prevé que la norma pueda ser aprobada, norma que permitirá el control de las trabajadoras sexuales no registradas.