Gobierno y canciller brasileño hablarán sobre las represas

Erbol.- El canciller del Estado, David Choquehuanca, informó ayer que el ministro de Relaciones Exteriores del Brasil, Luiz Alberto Figueiredo Machado, llegará a Bolivia el próximo 7 de marzo para tratar, entre otros temas, los efectos de las represas Jirau y San Antonio en territorio nacional.

Dijo también que se conformó una comisión técnica para verificar y levantar información sobre los daños que causan ambas represas a poblaciones fronterizas del país.

“Recientemente ha habido una reunión con las autoridades bolivianas y las autoridades brasileñas para ver cuáles pueden ser los efectos que pueden generar la construcción de estas represas en el lado brasileño. Tenemos que fundamentar con datos técnicos, hay varios temas que tenemos que trabajar. El próximo 7 (de marzo), el canciller brasileño está visitando Bolivia donde vamos a tocar todos los temas”, apuntó.

El presidente de la Cámara de Senadores, Eugenio Rojas, expresó ayer que se requiere de manera urgente un estudio técnico para determinar las medidas a asumir sobre los efectos de las represas brasileñas asentadas en el río Madeira, prolongación del río Madera en Bolivia.

“Hay un estudio técnico que tiene que ser más técnico y tiene que ser urgente, hace tiempo estamos viendo esta situación, con un informe más técnico hay que definir qué medidas hay que hacer. No se ha dejado este tema, desde octubre hemos trabajado nosotros el tema de desastres naturales”, señaló Rojas.

Dijo que esta problemática no debe reducirse a un asunto bilateral porque “es un tema muy grande para Bolivia y muy grande para la región amazónica”.

“Estos temas tienen que abordarse de manera regional porque cada Estado quiere tomar acciones y estas acciones afectan a otros estados, como ocurre actualmente con el río Pilcomayo, que afecta a Paraguay por las construcciones que realiza Argentina”, manifestó.

La víspera, el alcalde de Guayaramerín, en el departamento del Beni, Alexander Guzmán, en entrevista con Erbol, reveló que la pesca, en los ríos de esa región, bajó hasta en un 50 por ciento por efecto de las represas brasileñas construidas a 80 kilómetros de la frontera.

Dijo que Los peces como la Yatorana, el Surubí y el Pacú, “ya no se encuentra como antes debido a que son especies migratorias que recorren los ríos, pero al tener las barreras de las represas, no logran cumplir su ciclo vital”.

Marcelo Elío, presidente de la Cámara de Diputados, al respecto, manifestó que “se extremarán todos los esfuerzos en torno a las represas (brasileñas) para que el Estado pueda jugar su papel, y con instrumentos que tengamos en el Legislativo no vamos a dudar en ningún momento en brindar toda la colaboración a los hermanos del Beni”.

Los expertos en medio ambiente, Jorge Molina, investigador del Instituto de Hidrología e Hidráulica de la Universidad Mayor de San Andrés, y Marco Octavio Ribera, investigador del Lidema, sostuvieron que el primer efecto de las hidroeléctricas brasileñas cayó sobre las especies fluviales. Agregaron que el embalse de las represas también agravaron las inundaciones en varias poblaciones de Bolivia, al subir el nivel normal de las aguas, hecho que se acentuó con la época de lluvias.