El juego violento y el derroche de agua potable, pese a las normativas que prohíben esta actividad, deslucieron la farándula carnavalera organizada por el Gobierno Municipal de La Paz.
Como es tradicional en domingo de carnaval, centenares de personas salieron en comparsas, en su mayoría disfrazadas de pepinos y al son de las bandas musicales pasearon por las calles céntricas de la ciudad.
Sin embargo, este acontecimiento fue pequeño en comparación a los miles de comerciantes de espumas, globos congelados y botellas con agua, además de los grupos numerosos de inescrupulosos que con el pretexto de “jugar con agua” ejercieron ataques violentos en contra de los comparseros y las personas que ocasionalmente eran el público de la farándula.
Los controles municipales fueron pocos y en algunos casos inexistentes, especialmente en cercanías del paseo de El Prado, que fue uno de los puntos clave para los grupos violentos.
Otro de los aspectos que no fue sancionado fue la comercialización de agua potable en botellas. Varias son las determinaciones a través de leyes y programas municipales que fueron vulnerados ayer. Tal parece que se sobrepasó la capacidad de sanción de la Intendencia Municipal.