Por Yuri Mirko Ríos M.
Son enfermedades parasitarias o pa-rasitosis de amplia distribución geo-gráfica, acentuadas más en países en vías de desarrollo; asociadas a factores como el deficiente saneamiento ambiental. A menudo se las confunde como si fueran lo mismo o bien se entremezclan sus con-ceptos y peculiaridades.
Sin embargo, estas enfermedades son causadas por agentes biológicos estrecha-mente vinculados, pues pertenecen a la misma familia de gusanos o helmintos; son llamados por lo general tenias (del latín taenia que significa cinta plana).
Las tenias son platelmintos muy diferen-tes de los nemátodos o nematelmintos (gusanos cilíndricos no anillados) como la lombriz intestinal (Áscaris lumbricoides), y también diferentes de los anélidos (cuerpo cilíndrico y anillado) como la inofensiva y útil lombriz de tierra (Lumbricus terrestris).
Las tenias están estrictamente adapta-das a la vida parasitaria, tal como lo de-muestra su asombrosa capacidad repro-ductiva y la ausencia de aparato digestivo (nutrición por absorción). Para completar su complejo ciclo evolutivo requieren la participación de dos tipos de huéspedes, uno intermediario (invertebrado y/o verte-brado) y otro definitivo como por ejemplo, el hombre. Hay que recordar que huésped es el ser vivo que reúne las características idóneas para albergarlos y a la vez cons-tituye el vehículo para perpetuarse.
Ahora bien, las tenias involucradas en estas parasitosis son dos: la tenia de la vaca o Taenia saginata (del latín que signi-fica gorda o cebada debido a su mayor robustez) y la tenia del cerdo o Taenia so-lium (forma latinizada del árabe sosl que significa cadena). Estas tenias en su esta-dio adulto tienen apariencia de cinta blanca o amarillenta. Constan de un cuerpo (es-tróbilo) dividido en segmentos (proglótides) que varían en número según la especie. Se adhieren a la mucosa del intestino delgado del huésped definitivo mediante ganchos y/o ventosas existentes en su “cabeza” lla-mada escólex. Ocasionan la teniosis.
Por otro lado, el estadio larvario de Tae-nia solium -luego de la ingestión accidental de sus huevos por parte del ser humano- formará los cisticercos en diversos tejidos y órganos, distribuidos mediante el torrente circulatorio, produciendo así la cisticerco-sis. Tras esta breve explicación, ahora se mencionan los rasgos más distintivos de cada enfermedad.
TENIOSIS
• Es una enfermedad benigna porque su eliminación es relativamente sencilla me-diante el empleo de fármacos.
• La enfermedad se contrae al comer carne cruda o mal cocida de res o de cerdo, que contiene los cisticercos de Taenia saginata o de Taenia solium respectivamente.
• El hombre actúa como huésped definitivo para ambas tenias, pues aloja en su intesti-no delgado el estadio adulto.
• Profilaxis: cocer bien la carne vacuna y porcina, especialmente las de dudosa pro-cedencia.
• Sintomatología: náuseas, trastornos di-gestivos con diarreas.
CISTICERCOSIS
• Es una enfermedad que puede ser mortal (neurocisticercosis), compleja de eliminarla mediante fármacos o cirugía.
• La enfermedad se adquiere al ingerir hue-vos de Taenia solium en alimentos conta-minados con materia fecal huma-na.
• El hombre se comporta en este caso, como huésped intermediario de Taenia so-lium, pues acoge cisticercos (larvas en-quistadas) en sus tejidos y mayormente en órganos como el ojo y el cerebro.
• Profilaxis: lavar con abundante agua los alimentos a consumirse crudos (verduras, hortalizas, frutas, etc.), y también lavarse las manos después de usar el baño.
• Sintomatología: convulsiones, dolor de cabeza, pérdida de memoria.
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