Hubo excesos
La costumbre de la ch’alla, que es un ritual dedicado a la Pachamama (Madre Tierra), fue el último acto de celebración del carnaval, que se realizó ayer en todo el país.
En La Paz, en negocios, casas particulares e incluso en la terminal de buses, se paralizaron las actividades para elevar ofrendas de agradecimiento.
De la misma forma, en casi todos los departamentos de Bolivia se procedió a despedir los feriados con el detonar de cohetillos, las serpentinas, los adornos, banderines, las flores, los globos, las frutas y el incienso.
Se dice que una ofrenda a la Pachamama o Madre Tierra sirve para pedirle buenos augurios y que durante el año haya felicidad en el hogar, buena salud, bienestar para la familia y prosperidad en el trabajo.
Amautas indicaron que la ch’alla significa “hablar con el alma de la casa, auto o cualquier bien material que se desea preservar y que costó sacrificio obtenerlo”.
Con botellas de alcohol, los creyentes ch’allaron cada rincón y cada bien material. Pero, se lamentó el exceso en el consumo de bebidas espirituosas y los problemas que la embriaguez ocasionan.
La Policía reportó cinco fallecidos en Chuquisaca, por casos de violencia, en Santa Cruz, dos menores hermanos fallecieron ahogados, mientras que en Tarija y La Paz se registró más de 200 casos de emergencia en las clínicas, por intoxicación alcohólica.
El comandante departamental de la Policía en Chuquisaca, Víctor Hugo Oña, reportó cinco fallecidos, tres a consecuencia del excesivo consumo de bebidas alcohólicas, también otro accidente y por último un asesinato, según la estatal ABI.
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