Carta del editor

Varias décadas han transcurrido en la vida de EL DIARIO sin la aparición del Suplemento Cultural y quienes lo dirigieron en esas épocas fueron distinguidos académicos, escritores, poetas y renombrados periodistas legando un precedente cultural a la población, la cual, naturalmente, sintió la ausencia de ese vínculo cultural que enlazaba a EL DIARIO con sus ávidos lectores para conocer las obras y la creatividad de los intelectuales bolivianos.

Ahora, ELDIARIO, recupera e reincorpora al indispensable fundamento que hace completo el cuerpo de un periódico con solida trascendencia histórica. El Suplemento Cultural reaparece hoy con cualidad de historicidad para retomar los espacios de difusión de las letras bolivianas, el análisis y la crítica a la profusa producción de los vates bolivianos y la proyección de los jóvenes que se forman en la universidades en las carreras de filosofía, literatura y letras.

La Sociedad de Escritores de Bolivia que es el Editor del Suplemento Cultural aunara a este prestigioso medio de difusión y a los escritores con el principal objetivo de presentar la producción literaria de los escritores y poetas semanalmente, además la de los estudiantes de todos los confines de la patria y comunicar esa valiosísima creación que se queda, innumerables veces, inédita.

La cultura como una acción de cultivar las facultades humanas y las estructuras intelectuales de un país que representan la creatividad como un proceso de hacer que una idea que no es sea, utilizando la palabra hablada y escrita y con ese arte configura nuestra realidad cultural y esas reflexiones y consideraciones filosóficas sobre los principios fundamentales del conocimiento erigen los posos de cultura de Bolivia.

Existen buenas razones que abonan la esperanza de que todo en la vida nace en la literatura y en la filosofía, aunque siempre se haya presentado esta actividad como algo muy solemne, inalcanzable y definitivo y, la primera piedra para destronar esa impresión es democratizar las manifestaciones culturales y las cosas grandes para inscribirlas en el corazón de la población boliviana, necesitando de un medio accesible para su lectura como el Suplemento Cultural que permitirá a los espíritus inquietos conocer el quehacer literario y acercarse a su historia que ya es muy vieja y sin embargo parece que acaba de suceder porque las cosas buenas están ineluctablemente unidas al pueblo.

El Suplemento Cultural difundirá la abundancia infinita de sentimientos y entre ellos los valores que no cesan de reproducirse en cristalizaciones vivas y en la eventualidad de perecer esta actividad, se extinguiría nuestra existencia.

Dr. Raúl Pino-Ichazo Terrazas

EDITOR

Sociedad de Escritores de Bolivia