Caracas.- El escenario de protestas que sacude a Venezuela volvió a tornarse violento ayer con dos nuevas muertes que el Gobierno achaca a grupos fascistas, mientras la oposición responsabilizó al oficialismo de atizar la violencia por llamar a sus seguidores a apagar “candelitas” o barricadas.
Las dos personas que perdieron la vida en la jornada de ayer son, de acuerdo con la Fiscalía, un efectivo de la Guardia Nacional (policía militar) y un civil “mototaxista” que recibieron impactos de balas en una zona del este de Caracas.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, condenó las nuevas muertes y afirmó que el guardia nacional recibió un disparo mientras “ponía orden” en la zona, mientras que el “mototaxista” recibió un tiro desde un edificio cuando limpiaba la calle de barricadas o “guarimbas” para “garantizar su trabajo”.
“Va haber justicia (...) eso no es ningún movimiento estudiantil, esos grupos de guarimberos son unos vándalos, que odian al pueblo, tengo que decirlo, porque yo tengo que llamar a la paz”, indicó Maduro en un acto de entrega de viviendas.
“Al pueblo le pido que no nos desviemos, que vayamos por el rumbo de la paz, lo dije y lo repito, candelita que se prenda, candelita que se apaga y así debe ser, en paz”, dijo Maduro al reiterar lo que dijo ayer cuando llamó a grupos del chavismo a apagar “candelitas” y hacer valer así “la orden del comandante Hugo Chávez”.