La huelga de basureros públicos de Río de Janeiro para reivindicar mejoras salariales y laborales entró ayer en su séptimo día y las calles de la ciudad siguen en gran parte sucias, aún con restos de las celebraciones del carnaval.
De acuerdo con los huelguistas, el 70% de los 4.000 trabajadores de Compañía Municipal de Limpieza Urbana (Comlurb) continúa de brazos cruzados, pero el presidente de la empresa pública, Vinicius Roriz, dijo que solo entre un 30 y un 35% está parado, bien por participar en la huelga o por estar amenazado por los piquetes, informó Efe.
Unos cien basureros se manifestaron ayer frente a la sede del Ayuntamiento y dijeron que mantendrán la paralización hasta que el alcalde Eduardo Paes acepte negociar directamente con los huelguistas, que no tienen el apoyo del sindicato mayoritario de la Comlurb.
Los manifestantes gritaron ante el Ayuntamiento que el sindicato no les representa y negaron la posibilidad de que actúe como intermediario.