La fiesta de Bachelet

El Ministro de Relaciones Exteriores y Gran Canciller de la Venerable Orden de los Yatiris, señor David Choquehuanca, y a quien sus íntimos le llamamos “Choky”, anunció al país y a la comunidad internacional que nuestro presidente vitalicio Evo Morales asistirá a la asunción de la doctora Michelle Bachelet a la Presidencia de Chile.

Fue nuestro amigo yatiri Huayruru quien nos comunicó esa importante noticia a mi comadre Macacha y a este humilde ciudadano que hoy vive en retiro cuaresmal, haciendo penitencia por sus innumerables pecados corrientuchos, cometidos en su larga vida y que ninguno fue inventado por él, pues todos ya habían sido patentados en Sodoma y Gomorra.

Cuando mi pariente espiritual fue informada de la decisión del Presidente boliviano de ir a la fiesta de la señora Bachelet, quedó impactada y me dijo: “me parece una barbaridad que un mandatario boliviano asista a la celebración de la chilena Bachelet porque Bolivia rompió relaciones diplomáticas con Chile hace muchos años por habernos arrebatado el mar después de una invasión a nuestros territorios en 1879...”.

Naturalmente, yo compartí la sorpresa y la bronca de mi comadre nacida en Quillacollo y estrechando su mano derecha le dije: “Comparto su sorpresa y su bronca, pues la invitación chilena sólo habla de una gran fiesta, sin contemplar ni un solo diálogo entre ambos presidentes acerca de nuestro mar arrebatado por Chile”.

Tratando de buscar una explicación por la visita del presidente Evo a su par chileno, la cochabambina me dijo que el canciller boliviano “Choky” -como ella le llama familiarmente- le había dicho en su oreja que nuestro astuto Evo aprovecharía de este viaje para conversar con otros presidentes acerca de la ayuda que algunos podrían prestar a Venezuela en estos difíciles días que pasa su compadre el Presidente Maduro, heredero del comandante Chávez, muerto hace ya un año cuando se celebró una misa de réquiem, a la que tampoco faltó nuestro presidente Evo, quien parece conminado a asistir a cuanta fiesta alegre o triste se celebre en el exterior.

La inteligente cochabambina me dijo que se debe precisar un carácter muy especial para decirle un día a tu vecino “no quiero hablar más contigo porque me arrebataste el mar y he decidido demandarte ante los tribunales internacionales, para luego asistir a la fiesta del demandado para desearle suerte en sus próximos años de gobierno...”.

Al final de la charla acerca del inminente viaje del presidente Evo Morales a abrazar y besar en la mejilla a quien presidirá Chile por segunda vez, mi comadre de Quillacollo (Cochabamba) me dijo: “Parece que en política nacional e internacional los sectores principales tienen que aprender previamente a tragar sapos y culebras. La Dra. Bachellet y Evo se abrazarán dentro de dos días, pero la chilena es doctora y Evo es el paciente”.