Cáritas Boliviana oficializa ayuda económica a afectados

La Pastoral Social Cáritas Boliviana oficializó el apoyo económico de 160 mil euros de Cáritas Española destinado a la atención de la población afectada por las inundaciones.

El monto concretado, de acuerdo con el plan de intervención del programa Magre, será destinado a atender las necesidades de comunidades de La Paz, Beni y Pando, particularmente a los pueblos indígenas y colonias asentadas a orillas de los ríos Mamoré, Madre de Dios, Yata y Beni que pertenecen a los pueblos Moseten, Tacana, Leco y Uchupiamonas, entre otras.

De acuerdo con informes de Defensa Civil, Beni fue afectada duramente por el desborde de arroyos y ríos, además del deslizamiento de un cerro en el poblado de Rurrenabaque que afectó a 1.225 personas con 9 personas fallecidas y 2 desaparecidas.

Entre las consecuencias de la inundación se evidenció el colapso de los sistemas de agua potable y alcantarillado sanitario, además de ser imposible el acceso a los depósitos de basura lo que provocó la contaminación de aguas.

Mientras que en el departamento de La Paz, Municipio de Guanay sufrió el desborde de dos ríos que circundan la población urbana, lo que inhabilitó las carreteras e imposibilitó el acceso de ayuda.

En la población de Ixiamas, alrededor de 150 familias chimanes -con 485 niños menores de 10 años- se encontraban en albergues. La población fue afectada en su acceso al agua, su sistema de alcantarillado y electricidad.

Hasta el momento el Programa Magre de PSCB ejecutó recursos en distintas comunidades del país, como la localidad de Reyes en Beni, donde los 5 mil bolivianos otorgados, sirvieron para la compra de víveres y botas para los más necesitados. Este municipio fue aislado debido al crecimiento y desborde del río, al extremo que el 80% de las carreteras y la pista de aterrizaje quedaron bajo el agua.

“En un principio se compró víveres y comida para las personas que no tienen dónde comer, se intentó llegar a todos, pero no era suficiente y entonces preferí a los más pobres, enfermos y ancianos. Cuando pasaron las lluvias se pudo comprar botas en la ciudad de Rurrenabaque porque en Reyes no había estos materiales”, se lee en el informe entregado por el director del Vicariato Apostólico de Reyes, Gabriel Quispe.