Cossmil, entidad autónoma, pide respeto

Por mis investigaciones sobre una u otra entidad, siempre relacionadas con la Seguridad Social, veo con asombro que se vulnera la Constitución Política del Estado muchas veces y, sin embargo, el Gobierno siempre sale como salvador de los errores que se comete, haciendo caso omiso a dichas disposiciones.

En esta oportunidad y revisando una serie de documentos, como la Constitución Política, leyes, Decretos Leyes y Supremos, se observa que los gobernantes ni siquiera han tenido sentido común al llevar adelante sus planes. Es así que encuentro algo que debe hacerse carne en la familia militar y que este Gobierno tenía la obligación de enmendar, como la imposición realizada en el gobierno de Sánchez de Lozada, que mediante la Ley de Pensiones Nº. 1.732 obligó al Seguro Social Militar a romper con su sistema integral, sin que el Gerente General, la H. Junta Superior de Decisiones, menos el Alto Mando, se opusieran a tal desintegración.

La Corporación del Seguro Social Militar fue creada mediante Decreto Ley Nº 11.901 de 21 de octubre de 1974, el mismo que nunca fue derogado y por lo tanto debe cumplirse en su totalidad.

Para su funcionamiento debía tener un organismo que regule su marcha o sea un ente rector, éste es la Junta Superior de Decisiones, compuesto por el Ministro de Defensa, Altos Representantes de las FFAA y delegados de cada fuerza, además del delegado de los Suboficiales y Sargentos y finalmente la delegada de las Viudas y Huérfanos, interesante ordenación de ese Alto Organismo Colegiado.

Pasado el tiempo y mediante una disposición correcta, se dispone que los miembros de la Junta deben ser elegidos democráticamente. Esto de alguna manera dio resultados que podrían haber sido mejores. Si esos miembros se preocuparan de revisar el funcionamiento del que es el Seguro Social, sería óptimo su trabajo. Sin embargo ya se dio un paso importante para reaccionar ante la desintegración de la Cossmil que, dicho sea de paso, está en proceso de reivindicar su carácter de existencia y volver al origen de su creación.

Pero le falta algo que no ha sido tratado entre los miembros de las FFAA, la entidad es manejada por sus aportantes y es raro que el Presidente de su Junta Superior sea el Ministro del ramo, sabiendo que dicha autoridad no aporta a la entidad y por lo tanto no tiene por qué dirigir un organismo completamente autónomo. Ahora bien, es justo que se tenga un representante, para que informe sobre el funcionamiento de COSSMIL, pero dicho señor sólo debe tener voz y no voto.

Tal vez puedan observar esta posición, pero según normas el Presidente del Estado y el Ministerio de Defensa tienen tuición sobre Cossmil. Pero de acuerdo con la lengua española “tuición” es proteger, guardar, amparar y defender a la entidad aseguradora, por lo tanto es necesario que vean esta publicación con sumo cuidado y pongan en vigencia ciertas normas, para que no sucedan actos que pueden ser entendidos como observancia e indisciplina. Sin embargo, sólo se estaría cumpliendo con la Constitución Política del Estado, que en su artículo 245º dice que las FFAA se manejaran por sus propias leyes y reglamentos.

La entidad aseguradora es parte de todo el organismo, en consecuencia los que dirigirán Cossmil deben ser sus propios afiliados y aportantes; al margen de que esto, sin que signifique estar fuera del control estatal y de la Ley Nº 1.178, debe ser respetada. Ahora bien, para cambiar el nombre de Gerencia a Dirección -seguramente en el futuro será Jefatura o Comandancia- las leyes se las debe cumplir y se debe mantener lo correspondiente, no nominar lo que se quiera. Creo que esas personas deben exigir que se cumplan las leyes y darles la protección debida, más aún, hacer cumplir su autonomía.

Que esta reflexión sirva para que la Junta Superior elija a militares responsables y que entiendan que su Seguro Social es una entidad autónoma y además que debe terminar la idea de que Cossmil es una unidad militar, y que los nombramientos no sean a “dedo”, que se respete la institucionalidad. Que tengan siempre en mente que es una entidad que presta servicios fundamentales a los asegurados y beneficiarios, tanto del sector activo como pasivo. Aquí deben entender que pese a existir el principio disciplinario, no quiere decir que se maltrate a la entidad, con órdenes que no son correctas y nombramientos fuera de lugar.