Nueva York.- La explosión por una fuga de gas, que provocó el derrumbe de dos edificios y dejó dos muertos, rompió el silencio ayer en el barrio neoyorquino de Harlem, a donde acudieron cientos de bomberos y policías, paralizando las actividades en la localidad, habitada en gran parte por latinoamericanos.
La confluencia de la calle 116 y con la Avenida Lexington, a pasos de Park Avenue, donde ocurrió la explosión, estaba repleta de afectados, así como de curiosos, que se arremolinaron detrás de las vallas de seguridad para observar el trabajo de policías y bomberos y comentar sobre lo ocurrido, informó Efe.
“Sonó como un trueno”, “Creí que era una bomba”, “Pensé que era el tren” fueron algunas de las reacciones de los residentes de esta comunidad, en su mayoría puertorriqueños y mexicanos, que estaban entre el tumulto de gente, algunos de ellos desalojados de sus hogares tras el accidente, que hasta el momento ha causado dos muertes, 22 heridos y doce desaparecidos.
“Estaba durmiendo, porque trabajo de noche, cuando me desperté con la explosión y escuché el grito de mi esposa. Cuando miro por la ventana vi el edificio caer y todo se llenó de humo. Entonces tomé mis cosas y salí a calle, donde ya estaba mi esposa. Tenemos un gran susto”, dijo a Efe el mexicano Encarnación Mendoza.