La noticia de perfil
Mi pariente espiritual se nutre periodísticamente en el mercado Rodríguez de La Paz y en “La Cancha” de Cochabamba, pues allí se encuentra la mayor parte de su clientela cautiva que recurre a sus préstamos que algunos califican de usureros y yo de modestos por considerarme socio de mi benefactora que hoy me colabora en mis labores periodísticas.
Una de esas fuentes informativas dijo a mi comadre quillacolleña que no fue el ministro de Relaciones Exteriores, señor David Choquehuanca (“Choky” para sus “intimeits”), quien aconsejó a Evito viajar a Santiago a la posesión de la Dra. Bachelet, sino los nobles yatiris Calimán, Titirico y Huayruru, quienes convencieron a nuestro Presidente vitalicio de que se hiciera presente en Valparaíso y Santiago para saludar a la Presidenta, aunque Bolivia no mantiene relaciones diplomáticas con su país y ha demandado a Chile ante un tribunal internacional.
Fuimos a buscar a nuestros amigos yatiris al consultorio situado en la ciudad de El Alto, cerca del “Malena”, club nocturno de primera calidad, y a la vueltita del famoso motel “Devórame otra vez”, que Macacha se muere por conocer y yo me niego a llevarla porque yo resisto todo, absolutamente todo, menos las tentaciones.
El consultorio de nuestros amigos yatiris lleva un letrero que dice: “Consultorio Sentimental” anunciando en las ventanas que atiende a camotes sin suerte (enamorados infelices, ciudadanos inteligentes, sin ítem presupuestario, y casos variados y difíciles.
La secretaria vestida de cholita nos cobró 200 bolivianos adelantados, y por fin fuimos recibidos por el profesional de turno: el célebre Doctor Calimán.
En charla confidencial con el yatiri nos enteramos de que él y dos colegas suyos llegaron a Viña del Mar con anticipación de dos días al arribo del “Vita”, como habían sabido nombrar a nuestro Presidente “vitalicio” sus yatiris colaboradores.
Calimán no reveló que la primera misión que les correspondió efectuar fue milluchar (rociar con líquidos milagrosos la habitación reservada a nuestro Presidente “el Vita” en Valparaíso y en Santiago, ceremonia que cumplieron con todos los requisitos que prescriben los sabios de Tiwanaku.
Los yatiris inspeccionaron las cocinas donde se prepararían los alimentos para los invitados de la Dra. Bachelet; en las raciones destinadas a la anfitriona y a su invitado Evo Morales (alias el “Vita”) fueron vertidas algunas gotas de un elixir llamado “De la buena amistad”.
Después de cumplidas esas tareas muy propias de nuestros yatiris, éstos se encargaron de alquilar las dependencias del Teatro Caupolicán en colaboración con otros funcionarios bolivianos pertenecientes a los “movimientos sociales” que protegen a nuestro mandatario.
El acto en el teatro fue todo un éxito y se escuchó claramente voces chilenas que gritaban de rato en rato “mar para Bolivia”, lo cual nos revela claramente que muy pronto la Dra. Bachelet nos aconsejará a todos los bolivianos que nos vayamos a bañar al mar.
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