Crisis político judicial tendrá fuerte impacto en elecciones

Con la crisis política y judicial que enfrenta el Gobierno liderado por Evo Morales, el Movimiento Al Socialismo (MAS) tendrá consecuencias en las próximas Elecciones Generales cuando la población, mediante su voto, demuestre su desaprobación por estos hechos, manifestó el analista Carlos Cordero. “Ha sido el propio Presidente quien ha reconocido que la justicia está peor que antes”, dijo.

La observación de Cordero se justifica tras realizar un recuento de los acontecimientos en torno al caso del exfiscal Marcelo Soza y el accionar de la justicia boliviana que atraviesa por una etapa crítica.

“Esta crisis de la justicia sí va a tener efectos políticos en las elecciones 2014, porque se le va a atribuir al partido gobernante la pérdida de confianza del ciudadano respecto de la justicia y el ciudadano le va a adjudicar al Gobierno la responsabilidad sobre la crisis de la justicia. A ocho meses de las elecciones al Gobierno le va a costar superar la barrera del 50 por ciento de los votos”, indicó en entrevista con EL DIARIO.

Para Cordero la fuga de Soza fue el último eslabón de una larga cadena de desaciertos que muestra la profunda crisis en la que se encuentra la justicia en Bolivia, cuya responsabilidad recae en el presidente Evo Morales y sus colaboradores “porque fueron ellos quienes nos dijeron que eligiendo jueces por el voto popular la justicia en Bolivia iba a ser transparente y ágil y ha sido el propio mandatario quien ha reconocido que la justicia está peor que antes”, sostuvo.

En relación al anuncio del Legislativo que en trabajo conjunto con el Ejecutivo y Judicial realizarán una transformación completa al sistema judicial, el analista, afirmó que ese trabajo no tendrá los resultados anunciados e irá al fracaso, porque la realizan de forma unilateral y unipartidista.

“Una verdadera reforma de la justicia tiene que ser democrática, plural y participativa. Tiene que necesariamente involucrar a los líderes de oposición, colegios de abogados de los nueve departamentos, universidades, exmagistrados, es decir, a esa sociedad que ha quedado excluida de la última reforma judicial. Una reforma tiene que ser participativa y plural”, concluyó Cordero.