60% de municipios paceños tiene problemas limítrofes

El 60 por ciento de los municipios del departamento de La Paz tienen problemas limítrofes, a esto se suman los conflictos de la misma índole con los departamentos de Oruro y Cochabamba, en opinión del presidente de la Asamblea Departamental de La Paz, el saneamiento de los límites no es sólo cuestión de la Asamblea Departamental, sino que también es tuición de la Asamblea Plurinacional.

“Tenemos muchos problemas en cuanto a la delimitación de los municipios, donde el 60 por ciento están en problemas, a esto estamos a la espera de las delimitaciones generales que normarán cómo se deben resolver estos conflictos, que son atribución de la asamblea plurinacional, pero que hasta ahora no ha dado respuesta”, manifestó Guarachi.

Producto de estos conflictos, varios enfrentamientos se van produciendo a lo largo de todo el departamento, llegando a avasallamientos, agresiones y saqueos.

En este contexto, el martes pasado el representante de la Central Buenos Aires del sector Zongo Choro, Jorge Cadena, señaló que representantes de los ocho sectores de Larecaja ingresaron a la comunidad de Buenos Aires (límite interprovincial) con presiones para que este sector sea parte de esta provincia.

De acuerdo con la información, los pobladores habrían destrozado el mojón limítrofe y causaron serios daños a una unidad educativa que fue construida con la ayuda de Embajada del Japón, además de amenazar con saquear las viviendas.

Producto de estos enfrentamientos, los hombres y dirigentes de la población tuvieron que huir a los cerros, para declararse en la clandestinidad, por lo que sólo se han quedado mujeres y niños en la población, que al momento, no tiene resguardo policial.

“Este problema, no ha llegado de manera oficial a la Asamblea Departamental, pero sí se ha tenido de manera extraoficial las advertencias de algunos asambleístas que indicaron que este tipo de problemas podrían ocurrir en el sector de Zongo desde hace mucho tiempo, pero no se ha hecho ningún requerimiento directo”, señaló la asambleísta, miembro de la Comisión de Desarrollo Humano y Derechos Humanos, Claudia Bravo.

Además, indicó que los temas de límites son muy complicados, debiendo hacerse una revisión de los antecedentes, las razones que hayan generado el conflicto de las comunidades y los datos oficiales que se tengan a nivel de Gobernación, para actuar de mediadores en el problema con una posición legal y apegada a la norma.

En este tipo de casos, generalmente, el motivo para reclamar ciertos territorios es el provecho que se les puede sacar a los mismos, ya sea porque tengan grandes potenciales en la minería, en hidrocarburos o la legalidad del área para la plantación de coca y el derecho ancestral.

Sin embargo, en oposición a los territorios que son disputados por falta de delimitación, otras comunidades como la de Cucuta, que fue tomada en cuenta dentro de la reglamentación de la Ley 339 de delimitación de territorios son abandonadas por el hecho de estar en medio de tres municipios, quedando en el olvido, siendo que a pesar de estar en medio de la disputa, ningún municipio se hace cargo de sus necesidades.

En este lugar, la Unidad Educativa Venezuela está en medio de los municipios de El Alto, Laja y Pucarani, pero ninguna se hace responsable de la misma, toda vez que con las lluvias la escuela sufrió muchos desperfectos, pero no se tiene a quién reclamar porque prácticamente no pertenece a ningún municipio. En este caso se han hecho más de 15 reuniones con la Gobernación, sin ningún resultado.

De la misma forma, se tendría problemas en Teoponte, Guanay, Tipuani, Mapiri, Sorata, Combaya, Quiabaya, Tacacoma, Laja, Achacachi, Pucarani, El Alto y La Paz además de las zonas fronterizas de las provincias Murillo, Alto Beni, Caranavi, Franz Tamayo, Muñecas, Bautista Saavedra, Los Andes y Omasuyos.

DATOS

- En la víspera comunarios de los ocho sectores de Larecaja ingresaron a la comunidad de Buenos Aires (límite interprovincial) con presiones para que este sector sea parte de esta provincia.

- Los avasalladores habrían destrozado el mojón limítrofe y causaron serios daños a una unidad educativa que fue construida con la ayuda de la Embajada del Japón; además de amenazar con saquear las viviendas.