Desde hace algún tiempo, la justicia comunitaria ha sido caracterizada por los linchamientos, las torturas y las multas económicas, que se dan en las comunidades donde las autoridades del orden no llegan o demuestran su ausencia.
Según el relato de Genaro Choque, un testigo de la denominada justicia comunitaria, ésta es una utopía cada vez más lejana en el mundo rural.
"A mi hermano lo han desterrado de nuestra comunidad, por haber vendido en su beneficio animales y terrenos de otra persona, a él lo han dejado sólo y sin nada, mi madre lloraba y decía que él estaba como muerto, porque nunca más iba a volver con nosotros ni cuando volvamos a los ancestros", relató Choque.
Hace algunos años atrás, ante los constantes linchamientos y ajusticiamientos que se daban sobre todo en el sector occidental del país, Vladimir Peñaranda, líder campesino y miembro del frente político Movimiento Indígena Pachacuti (MIP), en una entrevista con radio Aclo de la red Erbol, declaró que en los pueblos, en las zonas periurbanas y ante toda la sociedad se estaba desvirtuando el verdadero sentido de la justicia comunitaria, tal vez por satisfacer intereses personales.
"Se debe redireccionar la justicia, puesto que en la esencia de los movimientos indígenas la muerte no es catalogada como un éxito de justicia, más bien los que cometen errores, como violaciones, robo y otros delitos son exiliados de la comunidad y ellos pueden buscar su vida en otros lugares corrigiendo así sus errores", declaró en aquella ocasión.
Al respecto, Choque nos cuenta que si bien estas personas desterradas podían irse, no podrían volver a empezar otra vida en otra región, porque al estar solos sin una comunidad, nadie los recibía.
"Antes, para las personas, la vida en comunidad era todo lo que se tenía, uno no era nada si no tenía la familia grande, es por eso que incluso cuando los jóvenes se robaban a mujeres de otra comunidad era el Jilakata y el pueblo el que iba a pedir permiso para que la pareja pueda vivir en la comunidad del hombre, toda la comunidad se hacía responsable", señaló Choque.
Bajo esta idea, las personas que cometían errores realmente graves quedaban solas, para ellos eso era la muerte y el castigo suficiente para expiar sus culpas.
En el caso de las culpas menores, las sanciones iban desde azotes hasta trabajos para la comunidad, entrando en el castigo moral, siendo que eran señalados por el resto de los pobladores.
"Cuando era pequeño, a alguien lo acusaron de beber mucho y pegar a sus esposa, me acuerdo que cuando estaba borracho lo sacaron a la calle y le dieron con el chicote, para que sepa cómo le dolía a su esposa el que la maltrate y que lo pusieron a trabajar en una de las chacras sin dejarlo recuperarse de su borrachera", manifestó el comunario.
También relata que muchas veces se ponía al infractor al hielo, es decir que lo ignoraba las personas cerraban sus puertas cuando lo veían pasar se hacía sonar petardos o las campanas de la iglesia, cuando el rondaba por el pueblo este tipo de castigos eran tradicionales de las poblaciones de la provincia los Andes.
Quienes hacen de jueces en estas prácticas solían ser las figuras de autoridad elegidas en sus comunidades que generalmente eran los más sabios, ancianos siendo que eran los mejores consejeros.
De la misma forma, Choque aclara que la eficacia de estos juicios radicaba en que las personas tendrían que decir la verdad, lo que se aseguraba por la cosmovisión que los guiaba, siendo que para ellos todo tenía vida, energía y podía hablar, así que la mentira tarde o temprano sería descubierta.
Siendo que las transgresiones alteraban el orden armónico de la naturaleza y la convivencia de todos los que eran acogidos dentro de la madre tierra, así ciertos fenómenos naturales indicarían que alguien habría intervenido en el orden.
APUNTES
• En Bolivia la inclusión de la justicia comunitaria se discute desde mediados de los años 90.
• Es a partir de la nueva y actual Constitución Política del Estado que se la contempla y menciona específicamente.
• Un constitucionalista cuestiona que el Código Penal no incluya la justicia a mano propia .• La justicia comunitaria no se sustenta jurídicamente en la violencia.
• Existe anomia y ausencia del Estado y también de sus instituciones democráticas en el mundo rural lo que debilita su presencia en la administración de la justicia.
• Los municipios son las únicas instancias donde se generan procesos de desarrollo donde la justicia tiene poca cabidad.
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