El otro rostro de los bolivianos

A pesar de que ciertas conductas y falencias humanas tienden a desprestigiar al país, la gran mayoría de los bolivianos tiene otro rostro. Los signos principales que ostenta, sin hacer mayores alardes, son el trabajo, la austeridad y el amor a la cultura.

En la minería, en la agricultura, la ganadería, las fábricas, los talleres, los servicios y hasta en sus modestos puestos de vendedores/as que integran el sector informal de la economía, todos los días hacen gala de sacrificios, laboriosidad, honestidad y abnegación. Una prueba visible de todo ello es que tienen una alimentación frugal, visten modestamente, cumplen sus compromisos -en los bancos no hay moras- y en sus fiestas de familia, cuando pueden hacerlas, estiran los bolsillos hasta el tope.

Es cierto que en sectores sociales emergentes se incurre en excesos, pero son de pocos días. Quizá como una forma de abatir a las tensiones de las durezas del trabajo en el resto del año. Además, para ello ahorran todo lo que pueden, sin recurrir a préstamos ni dádivas.

Donde el alma de los bolivianos aflora con sus mejores luces es en las distintas áreas y facetas de la cultura. Diariamente, la actividad artística y cultural es incesante y muy variada. Esto lo pueden constatar propios y extraños, por medio de los anuncios de los medios de comunicación.

A la inversa de lo que ocurre en otras latitudes, en Bolivia creció la edición de libros. Los expositores y editores aseveran que, en la última década, la oferta creció el 100 por ciento. Puede ser que, a la hora de la verdad, hayan limitaciones económicas en la demanda, pero no por eso dejan de ser leídos.

En los últimos años, han surgido centros de enseñanza veloz en la lectura y sus más entusiastas concurrentes son los adolescentes y los jóvenes. El resultado es que les crea el hábito de la lectura, no sólo para los estudios, sino para sus conocimientos generales.

Las universidades se multiplicaron en la última década, en abierta competencias con las estatales. En este punto, es digno de recordar que la Universidad Mayor de San Andrés, UMSA, de La Paz, ha sido reconocida el año pasado como una de las cien mejores del mundo, en una encuesta internacional.

No siempre es posible seguir el acontecer de las universidades estatales de otros departamentos, pero de la UMSA está a la vista. En las últimas gestiones realmente escaló muchos peldaños en lo académico. La ex rectora, Teresa Rescala Nemtala, en las dos gestiones que tuvo, la lanzó con fuerza al crecimiento generalizado, pero con mayor intensidad en la investigación y la inventiva. Los resultados iniciales son ya prometedores.

Otro de los aciertos de la ex Rectora fue la publicación quincenal de “Cátedra”, distribuida por un diario local, aparte de tener circulación gratuita; su volumen es de 20 páginas, formato tabloid.

De esta manera, se abrieron las puertas de la UMSA al conocimiento y veredicto públicos. Los avances de la UMSA halagan el espíritu cívico de los paceños, sino de todos los bolivianos.

Pese a las limitaciones de espacio, algunos merecen ser mencionados:

-Desarrollo de aplicaciones informáticas para La Paz.

-Elaboración del Programa Nacional de Biocultura, en asociación con la UMSS, de Cochabamba.

-Grupos de estudiantes y docentes ganaron el primer premio -mayo 2013- el concurso de universidades del país sobre Proyectos Innovadores, auspiciado por la Fundación Maya y la cooperación de Suecia.

-Un equipo multidisciplinario de estudiantes de distintas facultades creó un sistema de control de puertas y otros servicios eléctricos con sólo un mando inalámbrico y frecuencia de voz.

-El Instituto de Hidráulica, de la Facultad de Ingeniería, recibió una distinción de Global Energy, por un proyecto de Plantas Hidroenérgicas en pequeña escala, para proteger el medio ambiente.

-La Facultad de Agronomía realizó estudios sobre la quinua para contribuir a su mejor producción y cultivo, con la finalidad de asegurar su sostenibilidad.

-La Facultad de Medicina presentó la Expo-Feria 2013, de la cátedra “Bioquímica y Biología Molecular. El primer lugar ocupó la investigación “Terra”, una posible cura del cáncer. El segundo puesto ocupó el estudio “Bazedoxino”, que sería una opción contra el cáncer de mama. El tercero lo consiguió un “Nuevo enfoque de la enfermedad de Parkinson, relacionado a defectos mitocondriales que involucran a la Parkina”.