Helena de Troya

Nadie sabe cómo era el rostro de aquella hermosa mujer y que héroes, reyes y príncipes cayeron atrapados bajo sus encantos y el hechizo de sus ojos. Homero, en su famosa obra la Ilíada lo menciona como una mujer de singular belleza, pero no lo describe con detalles. La mitología griega nos refiere que ella era hija de Leda, princesa de Esparta, casada con Tíndaro. Zeus, el dios de los dioses, puso sus ojos en la bella Leda y para acercare a ella se transformó en cisne y se consumó la unión entre ambos. Al cabo de un tiempo, Leda puso dos huevos: de uno nacieron Helena y Pólux y del otro Clitemnestra y Cástor.

La belleza de Helena se hizo evidente a muy temprana edad, a los doce años llamó la atención de Teseo, rey de Atenas, quien la raptó. Más tarde, Cástor y Pólux, sus dos hermanos mellizos, la rescata-ron y la condujeron al palacio de Tíndaro, rey de Esparta y esposo de Leda.

No faltaron pretendientes para Helena y el rey no tuvo más remedio que enfrentarse al problema de elegir un esposo para su hija. Entonces se decidió por Menelao, hermano de Agamenón, rey de Micenas, quien posteriormente ocupó el trono de Tíndaro, junto a su seductora esposa.

Por algún tiempo la pareja vivió feliz, sin sobresaltos, llegando a tener una hija, Hermíone. Sin embargo muy pronto las cosas iban a cambiar.

La diosa Afrodita había prometido a Paris el amor de la mujer más bella del mundo de entonces, como premio por ha-ber decidido a su favor en el concurso de belleza que la había enfrentado a Hera y Atenea. Paris fue a Esparta donde fue recibido como huésped de honor por Menelao y Helena. En ausencia de su esposo que había viajado repentinamente a Creta para asistir al funeral de su abuelo materno Catreo, la dios Afrodita intervino, hacien-do que la hermosa Helena se enamorara de Paris y ambos después decidieran huir a Es-parta, mientras Menelao se encontraba aún en Creta. Otra versión explica que Helena fue raptada por Paris y llevada a la fuerza a Esparta, donde fueron recibidos por el rey Príamo, quien impresionado por la belleza de la mujer juró que nunca la dejaría marchar.

Sorprendido por la actitud de su esposa Helena, Menelao tramó una terrible venganza, mandó llamar a su hermano Agamenón, a que comandara un ejército griego, el cual zarparía en mil barcos para invadir Troya y recuperar a Helena.

Preparar la campaña bélica tardó nueve años. El sitio a la ciudad de Troya duró otros diez años y Homero en su célebre obra “La Ilíada”, sólo se refiere a los últimos cincuenta y un días del ataque griego. Menciona también el pedido de Paris para que él y Menelao se les permitiera batallar solos, bajo la mirada de los soldados de ambos bandos. se combino en que el triunfador reclamaría a Helena y que después del reto se celebraría un pacto de amistad. Cuenta la historia que Helena se colocó al lado del rey Príamo y los ancianos de Troya para presenciar el duelo.

Paris estuvo a punto de ser es-trangulado por la correa de su propio yelmo, cuando intervino Afrodita para salvarlo de la muerte.

La guerra continuó y finalmente Paris cayó muerto, Helena se casó con su hermano Deifobo. De acuerdo a una primitiva costumbre griega, ella no podía permanecer viuda, sino que debía desposarse con un cuñado.

Luego de cruentos encuentros la ciudad de Troya cayó cuando Ulises hizo construir en la costa un enorme caballo de madera, en su interior se ocultaron muchos soldados griegos. Los troyanos creyendo un gesto de amistad lo arrastraron al interior de la ciudad. A medianoche los griegos sa-lieron del vientre del caballo y tomaron la ciudad.

Triunfante Menelao, Helena se vio obligado a traicionar a su esposo Deifobo y regresó a Esparta. De acuerdo a dos versiones, Helena y Menelao vivieron felices hasta su muerte. La otra expresa que luego fallecido el rey, ella fue ahorcada por una mujer cuyo esposo había muerto en la guerra de Troya.

Finalmente, Helena seguirá siendo una figura legendaria a pesar de que actualmente se tienda a creer que hay algo de verídico en todo lo que se ha relatado acerca de esta bellísima mujer.