Brasil suscribió un documento que reconoce que la construcción de las represas de Jirau y San Antonio causarían un impacto a la región de la Amazonía boliviana que colinda con ese país, según el exviceministro de Medio Ambiente, Juan Pablo Ramos.
El documento fue firmado en 2008 en la ciudad de La Paz, a Brasil no le quedó otra cosa que aceptar los potenciales impactos (de las represas Jirau y San Antonio). El hecho significa un precedente en las conversaciones con Brasil que “siempre negó” que la construcción de las represas, por ese entonces en proyectos, afectarían al territorio nacional.