Beni y Pando aislados del resto del país

Beni y Pando y el norte paceño inician la evaluación de daños que ocasionaron las lluvias e inundaciones en la región norte del país y de a poco las clases escolares se normalizan, aunque algunos establecimientos siguen ocupados como refugios, con los afectados que se quedaron sin viviendas y sembradíos.

En el caso de Beni, especialmente en los municipios comenzaron a levantar datos de las personas afectadas en viviendas y sembradíos que es el mayor grupo de damnificados de las inundaciones, en Trinidad de manera lenta bajan las aguas, sin embargo los habitantes no dejan de estar preocupados por la situación y los productos comenzaron a subir, debido a que llega en poca cantidad los de primera necesidad, debido a que las carreteras aún están anegadas y tomará tiempo habilitar las mismas. Esta situación se puede observar en las comunidades, que virtualmente viven de la ayuda de la Gobernación, municipios y del Gobierno.

RURRENABAQUE

Unas 150 familias están albergadas en los refugios de Rurrenabaque, las clases de a poco se normalizan en la región y otras zonas tratan de encarar la reconstrucción, después de los perjuicios de la inundación.

Los refugiados pretenden ser trasladados a otro sector de la población, aunque por el momento no existen muchas alternativas de hacerlo debido a la constante humedad y aún no se puede construir.

Mientras que brigadas de médicos continúan su labor, ingresando a las comunidades con el objetivo de verificar el estado de salud de los habitantes de esa región.

AISLADA

Mientras que en Pando, los pobladores se mueven desde muy temprano para conseguir algunos productos de primera necesidad, ya que los mismos subieron de precio y otros ya no llegan para el consumo diario, debido a que no existe conexión con el resto de las ciudades, las carreteras están anegadas y según los informes tomará un buen tiempo para habilitar los caminos para el ingreso de los productos.

COE DEPARTAMENTAL

El coordinador departamental del Centro de Operaciones de Emergencia (COE), Luís Philips, dijo que “hay una estabilidad de las aguas en la parte media de Trinidad, como en San Ignacio, donde las aguas bajaron en algunos sectores y en otros subieron como en Guayaramerín, San Joaquín y Puerto Siles.

“En San Joaquín hay 100 casas caídas y están complemente destruidas en Exaltación también, donde son casas antiguas de adobe y no resistieron la humedad y la peor parte es la pecuaria. Hemos sobrevolado el lugar y la cantidad de reses es impresionante y es algo dantesco y esas aguas buscan su cauce y van al río Mamoré y Guayaramerín”, explicó.

El gran problema es que varios barrios aún están anegados, por ejemplo en Riberalta el agua está a un metro sobre el terreno natural y esto es producto de las represas en el Brasil, dijo, pero ahora se mantiene el agua casi 26 días a 30 días.

“Vituallas y alimentación están siendo enviadas y obviamente no nos estamos olvidando de los otros sectores seguimos mandando y, aunque no se tiene una coordinación con defensa civil, pero sabemos que ellos están haciendo su labor y nosotros como COE departamental realizamos el trabajo con lo que tenemos”¨, señaló.

“San Ramón y San Joaquín se llevaron la peor parte este año, se tiene que hacer un trabajo reconstructivo, se puede observar a la gente pobre en el Tipnis, San Borja, porque los indígenas hacen el cultivo para sobrevivir y ahora tenemos que hacer lo imposible por ayudarlos y todos debemos trabajo en función a los que realmente necesitan”, declaró a radio Panamericana.

MILLONES DE BOLIVIANOS

Según la autoridad, es necesario millones de bolivianos para reconstruir y realizar todo un trabajo de ingeniería, ya que las inundaciones podrían repetirse el próximo año.