Con una gran sonrisa, el papa Francisco deseó "un feliz día del padre a todos los papás", a quienes dijo calurosamente "¡Gracias por lo que hacen por sus hijos!" y para quienes pidió "la gracia de que estén siempre muy cerca de sus hijos. Dejándolos crecer, pero estando cerca”.
Les invitó a aprender del ejemplo de San José, "que enseñó a Jesús el trabajo de carpintero y le educó en la fe llevándole a la sinagoga". Además, "José supo custodiar a Jesús y María cuando vivían la dura experiencia de ser refugiados en Egipto para escapar a la amenaza de Herodes”, publicó ABC.es
En una soleada audiencia general con unas setenta mil personas, el Papa pidió que levantasen la mano los padres presentes, manifestó sorpresa por el elevadísimo número y les dedicó un entusiasta "¡Felicidades!", rubricado por toda la plaza con un estruendoso aplauso.
En ese clima de intimidad, el Papa comentó que "algunos de nosotros hemos perdido el papá, y por eso les propongo rezar juntos por los papás vivos y por los ya fallecidos una oración al gran Papá de todos: Padre nuestro que estas en los cielos…”
El papa Francisco tiene una gran devoción a San José, y por eso escogió el día de su fiesta, hace exactamente un año, para celebrar la misa de inauguración del pontificado. En el saludo a los peregrinos del Canadá, les felicitó especialmente ya que San José es el patrón de su país.
En su breve discurso a los fieles, el Papa se concentró en la faceta de San José como educador de Jesús, tanto en el oficio como en la fe, y pidió a los padres que no abandonen esa importantísima tarea pensando que ya se ocupan la escuela y la parroquia.
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