Aún se aprecia desigualdad en celebración del Día del Padre

La celebración del Día del Padre muestra la desigualdad de la sociedad, mientras unos reciben regalos de sus hijos, otros están abandonados en hospitales o casas de reposo, según analizó el sociólogo Mario Marca.

El especialista en análisis social, en entrevista con EL DIARIO, manifestó que las celebraciones en conmemoración al Día del Padre, niños o madre, son actividades que muestran la desigualdad de la sociedad. “Este tipo de actividades se realizan por el afán mercantil de la oferta y la demanda, perdiendo en muchos casos el verdadero sentido de estas fiesta que claramente nos muestra una realidad del mundo y del cómo vivimos en la realidad”, dijo.

Consideró que en este tipo de festejos se marcan tres tendencias de “festejados”, aquellos que tienen quienes les festejes (hijos), los otros que fueron abandonados (también por sus hijos), y los que por cosas de la vida se convirtieron en padre y madre para sus hijos.

El primero, es el que se ve feliz en las calles acompañados de sus esposas e hijos, disfrutando de un buen almuerzo u obsequios por muy insignificante que estos sean.

“Me siento muy orgulloso de ser papá, de tener el amor de mis hijos y de mi familia, así como hoy yo recibí un abrazo un beso y una tarjeta de mi hijita voy a ir a ver a mi padre y mis abuelos para darles las gracias por todo, gracias a ellos soy quién ahora valgo”, expresó Martín Colque. Los abandonados son aquellos que dieron todo por sus familias pero por cosas de la vida fueron dejados en su mayoría en las casa de asilo o en los hospitales, “el abandono de sus progenitores es el trauma más difícil de superar para los adultos mayores, no es bueno olvidarnos que todos vamos a llegar a esa misma edad”, dijo el experto.

“Durante 20 años me he hecho cargo de mis hijos, constantemente he trabajado mucho porque ellos sean felices, porque nunca les pase nada y para que tengan educación, hoy que ya soy viejo estoy en la calle vendiendo dulces para sobrevivir, no comprendo en que momento falle, pero no puedo tener razón estoy solo”, don Carlos Burgoa, vendedor de dulces en la San Fransico.

El otro grupo de personas son los padres que crían solos a sus hijos, “padre y madre”, una realidad muy dura pero evidente que cada día está creciendo e incrementándose, concluyó Marca.

“Me dedico a cuidar a mis hijos hace quince años, desde que su mamá decidió dejarme por irse con otro hombre, la realidad es dura pero me sacrifico diariamente porque a ellos no les falte nada”, contó a EL DIARIO Carlos Quispe.