El comunicador e investigador cruceño Carlos Valverde Bravo escribió un libro publicado el año 2012, cuyo título hemos tomado para esta nota, en el que desentraña el “rompecabezas de una conspiración”, como subtitula a su obra, referida al caso de la ejecución de tres individuos originarios de Europa, en lo que se ha dado en llamar: caso Hotel Las Américas, de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.
Lo primero que demuestra el autor del libro, es que Eduardo Rózsa Flores era un individuo de tendencia ideológica de izquierda marxista, así lo dice el periódico venezolano de apoyo a la revolución bolivariana del chavismo, Imagen y Comunicación Revolucionaria (ICB), que en su edición de 28 de octubre de 2008, en la entrevista que hace a Rózsa lo compara con el Che Guevara, en la que el entrevistado elogia a la revolución sandinista y hace críticas a la nomenclatura soviética, así como condena la invasión occidental a Irak. Además el personaje fue formado política y militarmente en la Hungría socialista. Estaba muy relacionado con Illich Ramírez (El Chacal) y los movimientos sociales y revolucionarios venezolanos.
Otra de las revelaciones del autor del libro es el pago de pasajes que habría hecho la Embajada de Venezuela en Bolivia el año 2007, a favor de Jorge Hurtado, nombre con el que se movía Rózsa, respaldado por una cédula de identidad, así como la relación de Rózsa con el hermano del Vicepresidente del Estado Plurinacional, con quien habló por teléfono un día antes de ser asesinado en el Hotel Las Américas.
Todas las afirmaciones que hace Valverde Bravo están respaldadas por fotocopias o copias de documentos e informes de entidades y empresas.
Luego de los sucesos del Hotel las Américas, de 16 de abril de 2009, el Gobierno alentó y se hizo parte en un proceso judicial contra los supuestos involucrados en una serie de delitos, cuya tipificación fue cambiando en el transcurso de todos estos años, encomendándose como fiscal del caso y los otros que se abrieron, al señor Marcelo Soza, que imputó y persiguió judicialmente a 39 personas, la mayoría de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, algunos por el solo hecho de aparecer en algún apunte o en la computadora secuestrada que utilizó Rózsa Flores.
Una voz de condena pública se levantó contra tal fiscal, luego de conocerse denuncias sobre extorsión a ciudadanos para no ser involucrados en las investigaciones o ser excluidos de las mismas, como en otros casos que llevaron a la cárcel a funcionarios del Ministerio de Gobierno, fiscales y otros, lo que llevó al fiscal Soza a presentar renuncia de sus funciones, que antes ya había hecho y no le aceptaron, ratificándole la confianza de las autoridades del Ministerio Público y la complacencia del Gobierno, según declaraciones de asambleístas del oficialismo.
La senadora de oposición Carmen Eva Gonzales presentó ante los medios una grabación en la que Soza (supuestamente) revela entretelones del caso, en especial del manejo de autoridades del Órgano Ejecutivo a investigadores, fiscales y jueces, medio que fue tachado por oficialismo y el supuesto autor de “montaje” y se le restó credibilidad, como ha sucedido en otros casos donde gente del Gobierno aparece involucrada.
La misma senadora en varias oportunidades declaró a los medios de comunicación que el enjuiciado e investigado ex fiscal dejaría el país, es decir fugaría para no enfrentar los procesos en su contra. Pese a ello las autoridades jurisdiccionales no tomaron las medidas aconsejables y el ex fiscal apareció en calidad de refugiado en un país vecino, no sin antes haber escrito una carta registrada por ante notario de Fe Pública, donde confirma la injerencia de autoridades políticas de gobierno en el desarrollo de las investigaciones y procesos en el asunto: Hotel Las Américas y otros derivados.
Una vez más el Gobierno a través de declaraciones de sus habituales portavoces, como la del vicepresidente García Linera efectuada el día 18 del presente mes a los medios, declara que son los opositores de la derecha (?) los que utilizan las declaraciones de unos delincuentes (se refiere a Soza y el policía Ormachea enjuiciado en Estados Unidos) en base a mentiras y trampas, para atacar al ejecutivo (...).
Lo cierto es que se ha cometido muchos excesos en el ejercicio del poder político, que ahora comienzan a ser conocidos, pues no hay verdad que pueda ser ocultada por mucho tiempo.
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