Ciudadano chileno elogia el heroísmo de Eduardo Abaroa

El periódico “La Voz de los Andes” en su edición No. 9 del mes de marzo del año 2005, publicó una nota de mucha importancia para los bolivianos. La misma lleva por título “La batalla del Topáter”, tiene el subtítulo de “Un chileno describe la hazaña épica de Calama” y lleva la firma de Ricardo de la Castilleja.

Por el interés que tiene para nuestros lectores y muy especialmente para las nuevas generaciones, nos permitimos transcribir el escrito del ciudadano chileno:

“…Al mando del Cnel. Villagrán, nuestro Ejército había marchado más de mil Km. y a la altura del puente Topáter, fue interceptado por unos 50 hombres civiles armados de escopetas. Eran bolivianos liderados por un hombre muy bien vestido que respondía al nombre de Eduardo Abaroa, ingeniero de profesión y residente en Calama.

Villagrán dialogó con ellos para que no interfirieran el paso del Ejército chileno. No se llegó a acuerdo alguno y quedaron en reunirse al día siguiente en el consulado de Francia en Antofagasta.

Y he aquí el diálogo entre el comandante chileno Villagrán y el jefe de los civiles bolivianos Eduardo Abaroa:

Villagrán: Señor Abaroa, comprenda que en la situación que se encuentra, está en inferioridad de condiciones y en mi calidad de militar profesional y siendo usted un civil, debo advertírselo.

Abaroa: Señor coronel, tiene usted razón, estamos en inferioridad ante su ejército, pero la historia del mundo está llena de ejemplos similares y la suerte más de una vez ha favorecido a los más débiles.

Villagrán: Esta situación no es de suerte, esta es una situación real que no estaba prevista de manera alguna.

Abaroa: Coronel, ¿creía usted que no había habitantes en la zona?, de ser así, recibió una mala información.

Villagrán: Señor Abaroa, debo hacerle ver que usted está acompañado de civiles inexpertos en el arte de la guerra, con armas muy inferiores a las nuestras; luego, sin experiencia alguna en combates. Le ruego a usted que desista de sus intenciones defensivas.

Abaroa: Es inútil, señor coronel. Yo no le pediría a usted que incumpliera su misión, misión que le ha encomendado su gobierno y que tiene la obligación de cumplir.

Villagrán: ¿Está enterado su gobierno de que usted está dispuesto a batirse con el ejército de Chile?

Abaroa: No, señor, el gobierno de Bolivia no tiene la más mínima información. De saberlo, habría enviado tropas a defender el territorio que livianamente usted invade.

Villagrán: Por lo tanto, señor Abaroa, ¿usted no ha recibido orden o instrucción alguna de parte de su gobierno para optar la posición que mantiene?

Abaroa: Señor coronel. ¡No me hace falta orden o instrucción de mi gobierno para defender mi Patria!

***

Al otro día, el ejército chileno recomenzó su marcha. En el paso del Topáter, Abaroa y sus hombres abrieron fuego… ¡fue una acción temeraria pero cargada de patriotismo!

Así lo entendió Villagrán y por eso dio orden de no responder al fuego de Abaroa y sus hombres. Pero las horas pasaban. El ejército chileno se encontraba demorado y las fuerzas civiles bolivianas habían logrado herir a algunos soldados chilenos.

El coronel Villagrán no podía esperar más y lanzó un grito a su oponente: ¡Abaroa… ríndase!

El conminante grito resonó en el Topáter y la respuesta, plena de orgullo y llena de sinrazón de los hombres que combaten, tronó en el aire: ¿Rendirme? ¡que se rinda su abuela, c…!

Y con ese grito, con esa respuesta, el ingeniero Abaroa pasaba gloriosamente a la historia de su Patria”.

***

No conocemos la fuente ni la fecha en que fue escrita la nota del señor de la Castilleja. En el periódico no están consignados esos datos.

“La Voz de los Andes” era una publicación de diez mil ejemplares dirigida por el compatriota Julio Carmona y editada por el “Club Cultural Bolivia” de Los Ángeles, California, EEUU. En la actualidad y por diversos motivos, el periódico editado para el público latino y boliviano residente en el país del Norte, dejó de circular. (Jorge Villanueva Suárez)