Kiev.- Ucrania ha perdido casi toda su flota de guerra emplazada en Crimea en una tragedia histórica para la Armada de este país, que en un intento desesperado de conservar sus últimos navíos ordenó ayer resistir hasta el final al gran buque de desembarco “Konstantín Olshanski”, hostigado por las tropas rusas.
“En Crimea se han tomado navíos. A pesar que se dio orden a sus comandantes de que usaran las armas, no las usaron para evitar el derramamiento de sangre”, reconoció ayer el ministro de Defensa ucraniano, Ígor Teniuj, informó Efe.
El “Olshanski” y el dragaminas “Cherkassi” eran ayer los últimos barcos de guerra ucranianos en hacer caso omiso a las órdenes de rendición de militares rusos en las aguas del lago Donuzlav, del que no pueden salir a mar abierto después que los rusos hundieran dos embarcaciones ucranianas para cerrar esta vía de escape.
El buque de desembarco se puso ayer en alerta de combate después que se le acercaran lanchas rusas con marines a bordo.
“’Olshanski’ tiene todo su armamento en regla y los marineros tienen en mano armas de tiro”, subrayó Teniuj después que algunos medios denunciaran que la tripulación del barco no tenía armas para defenderse del ataque.