La falacia del “pacifismo”

¡…Chile es país amante de la paz, que no tiene reivindicaciones sobre el territorio de ninguno de los países vecinos…! Es una manifestación de la ex ministra de Defensa y actual presidenta de Chile Verónica Michelle Bachelet Jeria en ceremonia pública acompañada de su ministro de Defensa Jorge Burgos.

También sostuvo que su política buscará demostrar el ánimo pacífico de Chile, sosteniendo que sus actos de transparencia se encuentran ampliamente contenidos en la letra de sus “tres libros de la defensa de Chile” reafirmando en su libreto que su país se siente orgulloso de mostrarle al mundo su doctrina, su política militar y su sistema.

Así, pues, es un deber hacer conocer al sencillo ciudadano (ajeno a estos pormenores) al menos un limitado extracto del contenido de las reputadas “obras”.

En efecto, según el citado tercer libro, el gasto de compras militares sumó la cantidad de 17.667 millones de dólares americanos entre 1996 y el 2010 (pese a que es obvio que se encubre una cifra de gasto mayor).

En términos del producto, el mayor gasto corresponde al año 1999, con 1,72 por ciento, equivalente a 1.252 millones de dólares, en dinero invertido, la mayor cantidad corresponde a 1997, con 1.987 millones de dólares, equivalentes al 21 por ciento del PIB de su país de ese año. Hoy con la autorización de EEUU se autorizó la compra a Holanda (por ser de origen estadounidense) de 18 aviones F.16, al margen de los 26 de la gestión 1999, que suman una flota de 44 cazabombarderos de ese tipo, éstos últimos por 370 millones de dólares, que corresponden al 10% de ventas de Cobre de CODELCO (para renovación anual de su equipo militar).

En otras “novedades” del libro está el concepto de legítima defensa como un derecho inmanente que tienen los Estados de responder con el empleo de la fuerza en caso de causales en su contra; aunque no precisa cuáles serían esas causales -asaltos o invasiones- que haya sufrido de parte de sus vecinos el protectorado de O´Higgins en 196 años de independencia.

Pero definitivamente el pacifismo es una quimera y romántica ilusión universal. Nuestra misma Biblia católica (Lc.22.35) señala “quien no tuviera un arma, que comprara una” y que se debe contar con “los medios normales de defensa” (Lc.22.36) así como ¿herimos a espada? (Lc.22.49) o “yo no traigo la paz, sino la espada (Lc.10.33) pero no para atacar a nadie… sólo en defensa propia. Consiguientemente la legítima defensa es bíblica y cristiana.

En sana interpretación, el Mesías no reprochó a Pedro por llevar un arma, sino por hacerlo en un momento equivocado, a fin de que se cumpla la profecía, y mueran equivocadamente los apóstoles que debían continuar la misión cristiana ya señalada, es decir por sabiduría divina, sanando en el acto la oreja de Mateo.

Pero retornando a nuestra humana realidad, vemos con mucha decepción que el desarrollo económico excepcional por el que, según nuestro Gobierno, atraviesa nuestro país- no se manifiesta en un ámbito de factor de poder tan importante que son nuestras FFAA. Bolivia no debe ignorar y menos desconocer que existe una política expansionista de Chile, asociada a una clara y evidente estrategia de dominación económica; que mañana le puede forzar a la agresión para garantizar su supervivencia, por lo cual habría que ser miopes para no darse cuenta y dejar de percibir esa situación.

No olvidemos que Chile es un Estado dotado de una tradición política altamente especializada, por lo que sus estructuras de inteligencia y militar son de vital importancia.

En conclusiones, debemos convencernos de que las FFAA definitivamente deben ser arte y parte en la situación política y económica del Estado. Hoy observamos con desilusión al Ejército en afanes para arreglo de dos vehículos de combate -del año 70- “enviados al Brasil para su composición”.

Lo anterior es una muestra de la grave situación económica que enfrentan nuestras FFAA para hacer su labor. En Chile les ha ido bien porque tienen como política defender a sus militares ante cualquier situación, mientras que en nuestro país, se arremete contra ellos. Es una constante histórica que debe terminar.

El autor es abogado.