El Mariscal Andrés de Santa Cruz y la Confederación Perú Boliviana

Una de las figuras más representativas de las gestas libertarias en América es Andrés de Santa Cruz y Calahumana, hijo de un noble español y de una hija del Cacique de Huarina.

El Mariscal Santa Cruz nació en Huarina, provincia Omasuyos del departamento de La Paz, el 5 de diciembre de 1792; sus primeros estudios los realizó con los Padres Franciscanos en la ciudad de La Paz, pasando luego a la ciudad del Cusco.

Inició su carrera militar ingresando a las fuerzas realistas al mando del Gral. José Manuel de Goyeneche, gracias a la influencia del padre; se le reconoció el grado de Capitán, combatiendo posteriormente a las órdenes del Gral. español Pezuela.

Concurrió a las batallas de La Tablada y Cerro de Pasco, donde fue ascendido a coronel el 6 de diciembre de l820. Comprendiendo que la causa realista tarde o temprano sucumbiría, y más aún, siendo él criollo americano que se debía a la independencia de América, se entregó voluntariamente al Mayor Lavalle, oficial de las fuerzas sanmartinianas, ofreciéndole sus servicios. El Gral. San Martín le reconoció el grado, asimilándolo a las fuerzas libertadoras.

Cerca de la batalla de Pichincha, el Gral. Antonio José de Sucre, conociendo el poderío de las fuerzas del ejército realista, pidió ayuda al Gral. San Martín, quien de inmediato dispuso el envío de fuerzas sanmartinianas al mando del Gral. Álvarez de Arenales. Declinando éste el comando, se envió al Cnel. Andrés de Santa Cruz, quien fue nombrado Jefe de Estado Mayor, siendo ascendido a General de Brigada por Sucre; combatió igualmente en Junín como Jefe de Estado Mayor.

Muy ligado al Libertador, se le confió el mando de 4.000 hombres para detener al Gral. realista Jerónimo Valdez, en su avance a Lima; el encuentro se realizó en Zepita. Ya en derrota el ejército de Valdez, Santa Cruz realizó una desastrosa retirada, perdiendo la mayor parte del equipo y de efectivos militares, siendo sin embargo nombrado Mariscal de Zepita.

Después de Ayacucho, y siendo deplorable la condición de caos que vivía la República del Perú, fue nombrado Presidente de la misma, ejerciendo el poder con honestidad y buen desempeño. Nombrado Ministro Plenipotenciario de Bolivia en Chile, el Congreso Nacional reunido en 1829 lo eligió Presidente de la República de Bolivia.

Su gobierno en primer lugar convirtió al país en un Estado con un buen reacondicionamiento económico, estableció una buena división política y, sobre todo, formó unas nuevas fuerzas armadas, incorporando a jefes de alto prestigio en la lucha libertaria, como Burdett O’Connor , Otto Felipe Braun, el Cnel. Santa María de la Trinidad Morán, el Cnel. José Ballivián.

Al pedido de ayuda del Perú por su presidente Orbegozo, firmó un tratado de colaboración, ingresando a Perú al mando del ejército boliviano, triunfando en las batallas de Socabaya y Yanacocha el 4 de febrero de 1836, estableciendo un nuevo Estado, la Confederación Perú Boliviana, el 20 de octubre de 1836.

La Confederación por su poder puso susceptibles a las repúblicas vecinas. Chile entró al territorio de la Confederación con un poderoso ejército, siendo derrotado en la batalla de Paucarpata, firmando un tratado de no agresión.

Argentina ingresó por el sur de la Confederación, siendo derrotada en Iruya y Montenegro.

La Confederación en esos momentos era uno de los estados de mayor prestigio: “Llegó al apogeo de su gloria y su prosperidad, mostrándose fuerte y unida en el interior, y respetada y grande en el exterior”.

Chile, rompiendo el tratado de no agresión suscrito, invadió con un ejército preparado para el efecto el territorio de la Confederación y en la batalla de Yungay derrotó al ejército confederado, el 20 de enero de 1839.

El Mariscal Santa Cruz no tuvo opción para reunir a sus fuerzas y presentar nueva batalla, y la traición se hizo carne en los políticos bolivianos, comenzando por su canciller Casimiro Olañeta; sólo un General levantó su voz: Burdett O’Connor.

El Mariscal desterrado, murió en Versalles, Francia, el 25 de septiembre de 1856 a los 73 años de edad.

Sociedad Bolivariana de Bolivia. Fundada en 1936.