Plantean ajuste salarial con criterio técnico y no político

EL DIARIO y agencias.- El presidente de la Federación de Empresarios Privados de La Paz, Luis Urquizo Valdivia, manifestó su preocupación en torno a un posible aumento salarial para la presente gestión, que sea el resultado de un proceso de negociación entre los trabajadores y el Gobierno, sin la participación del sector privado.

El directivo empresarial rechazó este miércoles “el hecho de que un acuerdo salarial asumido con criterios políticos se imponga a un tratamiento técnico en las negociaciones para definir el porcentaje de incremento salarial y el nuevo salario mínimo nacional para 2014”.

TRIPARTISMO

Afirmó que “las negociaciones para analizar un eventual incremento salarial deberían darse en forma tripartita entre los empleadores, trabajadores y Gobierno, tal como lo estipula la Organización Internacional de Trabajo – OIT”.

El ajuste salarial, según el empresario, no debería estar por encima de la tasa inflacionaria que se registró en la pasada gestión de un 6,5%, puesto que en los últimos 5 años el incremento acumulado del salario ha sido del 51% rebasando los márgenes en relación a la capacidad económica de las empresas.

REUNIÓN CUPULAR

Por su parte el presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) Daniel Sánchez, anunció que la cúpula empresarial se reunirá la próxima semana en La Paz para tratar el aumento salarial de la gestión 2014. Los empresarios paceños demandaron ayer negociaciones tripartitas y técnicas del futuro incremento salarial para evitar decisiones políticas del Gobierno que podrían traducirse en inflación y menores inversiones en la economía. “Es un mandato de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que la negociación en el tema salarial sea de manera tripartita. También vamos a ver diseños de política a mediano y largo plazo, puesto que cada primero de mayo hay que estar negociando y viendo cuáles son las posibilidades de los sectores”, manifestó el líder de los empresarios.

PARÁMETROS

Explicó que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) y la tasa inflacionaria “solo son parámetros o base para el incremento salarial de los trabajadores, puesto que no todos los sectores empresariales han tenido un incremento significativo”. “Hay que desarrollar una matriz que nos permita saber cómo está cada sector, si ha crecido el empleo, sí el número de empleos ha subido en el Ministerio de Trabajo”, dijo.

PROPUESTA

La semana pasada, la Cámara Nacional de Industrias anticipó que en el transcurso de las siguientes semanas propondrá al Gobierno y a la dirigencia empresarial una propuesta para diseñar una política salarial en el país, según su presidente, Mario Yaffar. El titular de la entidad dijo que el planteamiento será efectivizado antes del 1 de Mayo cuando se celebra mundialmente el “Día del Trabajador”. Por su parte, el presidente de los exportadores, Guillermo Pou Munt, coincidió con la petición de los empresarios para llevar adelante un diálogo tripartito en consonancia con los postulados de la OIT.

IMPOSIBILIDAD

Urquizo afirmó que “una clara muestra de que las empresas están imposibilitadas de dar mayores incrementos, es el dato que señala que 6.628 empresas, 27% del total de las empresas inscritas en el Registro de Empleadores, no pudieron pagar el segundo aguinaldo impuesto por el Gobierno”, según los datos del Ministerio de Trabajo.

Un incremento asumido en forma bilateral por el Gobierno y los trabajadores, acotó, restará competitividad a las empresas, las que tendrán que limitar la contratación de nuevo personal, reducir la planta de trabajadores existente y tendrán que hacer cambios en la estructura de precios de sus productos y servicios, con el fin de cumplir tanto el incremento salarial, como el inminente pago de un doble aguinaldo.

Agregó que incrementos salariales elevados generará mayor inflación en los precios de la canasta familiar y, lo que se vislumbra como algo desalentador, es que la industria de exportación reducirá sus ventas al exterior, aspecto que tendrá repercusiones negativas en la balanza comercial del país.