Tras los ataques que ocurrieron en Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001, los aviones están equipados con puertas de acceso a la cabina reforzadas, con el objetivo de impedir que asaltantes puedan tomar el control de la aeronave. David Learmount, editor de seguridad de la revista Vuelo Internacional, dice que están hechas a prueba de balas y no pueden abrirse con un hacha, publicó BBC Mundo.
Sylvia Wrigley, piloto de avionetas y autora de ¿Por qué los aviones se estrellan?, está de acuerdo. Considera que es muy poco probable que alguien lograra entrar en la cabina a la fuerza. “Incluso si pudieran hacerlo, los pilotos tendrían tiempo de realizar una llamada de emergencia, a menos que estuvieran incapacitados”, dice.
Sin embargo, un expiloto que prefirió mantener el anonimato, indicó que, teóricamente, hay forma de abrir la cerradura que controla el acceso al lugar donde se encuentran los controles.
Al margen de cuán segura sea la puerta, se presentan ocasiones en las que un miembro de la tripulación tiene que salir de la cabina, y ese momento podría aprovecharse para que alguien se introdujera en la misma. También existe la posibilidad de que el piloto haya invitado a alguien al centro de control del avión, después de que circularan fotos de un vuelo previo en las que se muestra al copiloto del MH370 con visitantes.