Consignas políticas perjudican asistencia a familias benianas

Mientras las emergencias por las inundaciones continúan, las diferencias políticas entre la Gobernación del Beni y el Gobierno Central posponen la correcta ayuda a las familias damnificadas, dejando en un panorama incierto el plan de reconstrucción del Beni, como lo afirma el secretario departamental de Desarrollo Indígena, Pedro Nuni.

“La ayuda humanitaria se ha venido dando, pero es insuficiente”, sostuvo en contacto telefónico con radio Panamericana a tiempo de referirse que las inundaciones han dejado aisladas varias comunidades del Territorio Indígena Parque Isiboro Sécure (Tipnis) que esperan ayuda de las instituciones gubernamentales, pero que esta es condicionada al panorama político.

Agregó que si bien la ayuda del Gobierno y la Gobernación está llegando, esta se retrasa o es mal dispuesta debido a tintes políticos, “más allá de que si la distribución es la más correcta y la más equitativa, en esta situación siempre hay gente inescrupulosa que hace que la distribución no se haga de la mejor manera”.

Los colores partidarios juegan al momento de recibir evaluar el tiempo y la calidad de atención, dijo. Además que desde las comunidades se han conocido denuncias sobre el aislamiento en el que se encuentran. “La situación (sobre el nivel del agua) también obliga a esto. Pero como decía, los pueblos indígenas siguen, siguen en esta situación”.

De acuerdo a los informes parciales, tanto de la Gobernación como del Ministerio de Defensa, las lluvias que han disminuido en intensidad han dado paso al planteamiento de un plan de reconstrucción que es encabezado por el Gobierno con la emisión de una serie de decretos dispuestos para este fin, bajo el denominativo del Plan Patujú.

Son nueve decretos supremos y dos resoluciones que garantizan la erogación de 476,6 millones de dólares de los cuales, 246 millones se utilizarán para mitigar los efectos de las inundaciones en las diferentes poblaciones y 230 millones serán destinados a la construcción y rehabilitación de caminos.

Sin embargo, en municipios como Guayaramerín, las lluvias aún siguen causando emergencias de manera alarmante, por la crecida del río Mamoré, que hasta el fin de semana había alcanzado el nivel record de 2,23 metros sobre el nivel del barranco, incrementando el número de las familias damnificadas y la cantidad de ayuda que se requiere en la región.

En este sentido, las emergencias por inundaciones han sido tema de disputa por parte del Gobierno y la Gobernación del Beni. Como se establece del proceso que una de las comisiones de la Cámara de Diputados pretende abrir en contra del gobernador del Beni, Carmelo Lens, por el supuesto incumplimiento de deberes y mal manejo de los recursos para la atención de desastres naturales.

Por parte del Gobierno, la negativa a declarar Zona de Desastre al Beni, ha sido criticada por la oposición en sentido de que la atención de las familias damnificadas está siendo politizada y usada como campaña electoral.