“Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: A ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquello que desea”, una frase del escritor Paulo Coelho que resume la intención de la presente nota.
El adulto con frecuencia olvida que alguna vez fue niño. Entonces el menor se convierte en su mejor maestro para enseñar que la felicidad está en las cosas más sencillas de la vida. Femenina conversó al respecto con niños de distintas edades para conocer aquello que les hace felices y les apasiona.
RICHARD MIRANDA PONCE
Con 10 años edad, estudia en el colegio Boliviano Noruego y practica Taekwondo hace más de 3 años en la Asociación Departamental de Taekwondo La Paz. La disciplina y constancia le han permitido obtener distinciones en este deporte que lo apasiona.
“Nadie en mi familia práctica este deporte. Yo ingresé en la Asociación de Taekwondo porque uno de los entrenadores era amigo de mi papá y él me dijo que vaya a entrenar. Luego de la primera práctica me gustó y me quedé. He aprendido las patadas y la técnica que se utiliza”, recordó el taekwondista.
El niño deportista ha participado en 5 campeonatos representando a su institución y a la fecha cuenta con 4 medallas de oro y 2 de plata. Mencionó que con esta disciplina aprendió defensa personal, reglas a seguir, palabras en coreano y a realizar un grito que sale del interior en el momento del combate.
Preguntamos a Richard qué le hace feliz, a lo que respondió: “Practicar este deporte y poder contar con el apoyo de mis padres y familia”. En relación con los proyectos que tiene aseguró que le gustaría destacarse en taekwondo, en su colegio y como una buena persona.
MARÍA RENÉ ARTIEDA PACCIERI
Cuenta con 13 años de edad, estudia en el colegio Santa Ana e ingresó en el ballet clásico de la Escuela de Ballet Oficial hace 5 años. Tuvo varias presentaciones en el Teatro Municipal de La Paz y recibió diversas invitaciones para ser parte de eventos importantes.
“Siempre me ha gustado esa forma específica de arte y su expresión. Yo ingresé en el ballet a corta edad, a los 8 años, pero sé que a partir de los 10 años te hacen una valoración más técnica. Quisiera bailar hasta el último segundo que pueda y cuando ya no sea posible voy a abrir una academia para enseñar lo que aprendí”, dijo la niña.
La bailarina expresó que el ballet le permite relajarse lejos de las actividades escolares y que la ha vuelto más activa. En las presentaciones en las que participó en principio tuvo cierto nerviosismo, pero a medida que se desarrollaba la coreografía esa sensación desapareció.
Preguntamos a María René qué la hace feliz a lo que respondió: “Me hace feliz el bailar, llegar a mi casa y ver a mi mamá, y hermanita que me esperan, el tener a mi familia que me apoya”.
ANA LUCÍA ARTIEDA PACCIERI
Tiene 10 años de edad, estudia en el colegio Santa Ana e ingresó en el ballet clásico de la Escuela del Ballet Oficial hace 5 años. Al igual que su hermana María René tuvo varias presentaciones en el Teatro Municipal.
“Elegí el ballet porque veía bailar a mi hermana y me gustó mucho. Entonces dije yo también puedo hacerlo como ella. Ingresé hace 5 años y cuando lo hice me midieron, pesaron y consideraron mi constitución. Lo que me gusta de mis clases es que el profesor me ayuda a mejorar mi técnica”, dijo la pequeña Ana Lucía.
La práctica del ballet ayudó a que esta bailarina consiga olvidar el estrés que produce las actividades del colegio, algún disgusto y a lograr concentrarse en lo que más le gusta.
La pequeña bailarina fue consultada acerca de aquello que la hace feliz a lo que respondió: “Me hace feliz el ballet, mi familia, el salir a jugar al parque, el colegio y mis estudios”.
RENÉ CARLOS MORALES MAREÑO
Tiene 7 años de edad, estudia en el colegio Inglés Católico y practica Karate hace un año y medio en la Asociación Departamento de Karate La Paz. La disciplina y perseverancia le han permitido obtener distinciones en este deporte que disfruta.
“Una de las personas que me motivó a practicar este deporte fue mi sensei Christian Claure que falleció hace poco. Luego de esto mi mamá me preguntó si quería continuar con esta disciplina y le dije que sí. Hace 4 meses rendí mi examen para ser cinturón naranja y lo aprobé”, recordó René Carlos.
El pequeño Karateca afirmó que este deporte le sirvió para aprender a defenderse, a ser más ordenado, más tranquilo y que, con disciplina y esfuerzo, se pueden obtener reconocimientos como las medallas de oro y plata.
ALEJANDRA PANTOJA CALLE
Tiene 13 años, cursa estudios en el colegio Amoretti y practica karate hace 4 años en la Asociación Departamental de Karate La Paz. Ha participado en campeonatos locales y ha obtenido reconocimientos entre los primeros lugares.
“Mi papá fue quien me enseñó algunos golpes y bloqueos, porque él practicaba antes un arte marcial y sabe lo básico. Yo practico karate, porque me gusta aprender a defenderme por si alguien quiere agarrarme. He tenido 5 participaciones en campeonatos y obtuve medallas de oro y de plata”, dijo satisfecha Alejandra.
Consultada sobre aquello que la hace feliz, la deportista dijo: “Me hace feliz el practicar karate, el apoyo de mi familia, el cariño de mi padre y madre, además el apoyo de mis amigos. Quisiera en el futuro llegar a ser cinta negra”.
Al respecto, su entrenador Jorge Hitoshi explicó que este deporte de contacto y fuerza requiere de un entrenamiento riguroso para su posterior ejecución en los combates demostrativos que se realizan y aconseja su práctica a partir de los 5 años de edad, con la finalidad de ayudar a mejorar su psicomotricidad.
“El karate te enseña lo que es defensa personal, a elevar tu autoestima, autocontrol a nivel emocional y te da confianza. El proceso con estos deportistas ha sido largo, porque están más de un año en el doyo. Se ha escalado poco a poco, primero perdían, pero ganaron experiencia y ahora ya tienen mucha confianza en lo que hacen”, finalizó el Sensei.
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