Las úlceras en el estómago son lesiones similares a un cráter que se instalan en la mucosa gástrica y duodenal. Cerca del 80 por ciento de los casos son ocasionados por la bacteria helicobacter pylori y, el restante, por factores de estrés y mala alimentación. Al no ser tratadas a tiempo, éstas pueden convertirse en malignas.
Femenina conversó con el gastroenterólogo Carlos Ascarrunz, de Unimed, sobre las principales causas de esta patología, la forma de diagnóstico, el riesgo de las complicaciones, el tratamiento y la prevención, que es un factor importante para evitar el padecimiento.
“Las úlceras son heridas leves o profundas que aparecen en muchos lugares del tubo digestivo, en la mucosa del estómago (gástrica), en el duodeno (duodenal), en el esófago (esofágica) e intestinos, etc. Se produce por un desequilibrio entre factores agresivos y defensivos de la mucosa gastroduodenal, por lo que ésta pierde su integridad”, explicó el gastroenterólogo.
CAUSAS
La causa más frecuente de úlceras en el estómago es la bacteria helicobacter pylori, que provoca cerca del 70 por ciento de las úlceras gástricas y el 80 por ciento de las duodenales, sumadas a factores farmacológicos y de alimentación.
“Sucede que tanto el revestimiento del estómago como del intestino delgado, que están protegidos contra los ácidos irritantes (ácido clohídrico) producidos en el estómago, dejan de funcionar correctamente y se rompen, provocando las heridas”, afirmó Ascarrunz.
Otras causas de esta enfermedad son los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, un grupo de fármacos ampliamente utilizados para tratar el dolor, la inflamación y la fiebre, en caso de infecciones respiratorias, estomacales y urinarias.
“En este grupo de medicamentos se incluyen: la aspirina, ibuprofeno, diclofenaco, meloxicam y supracam, etc., que pueden provocar heridas incluso si se utilizan por vía rectal, intravenosa o intramuscular, porque estas lesiones no se producen por la pastilla en el estómago, sino por el efecto que tienen, a través de la sangre, donde los mecanismos de defensa del estómago disminuyen y entran en acción los mecanismos agresores”, explicó el especialista.
En personas de la tercera edad presenta otras características que van acompañadas de una mala irrigación en la zona, además del estrés, debido a marchas forzadas como una maratón que se roba el aporte sanguíneo del estómago y de igual manera con pacientes de terapia intensiva o quemados.
DIAGNÓSTICO
Muchas veces las úlceras no dan señales evidentes de su presencia y aparecen con un dolor leve, esto puede variar de persona a persona, lo usual es que duela un poquito el estómago y esto se irradie del hombro hacia la espalda como una especie de ardor.
“La úlcera gástrica se relaciona con los alimentos, pero esto varía de un individuo a otro, hay personas que consumen algún alimento y les provoca dolor, pero en otros casos no.
Antes se utilizaba la radiografía de contraste para tener la ubicación de la úlcera, en la actualidad se utiliza la endoscopia alta”, explicó el gastroenterólogo.
Gracias a este estudio se visualiza el lugar, tamaño y profundidad de la lesión, se puede tomar una muestra para comprobar si se trata de un problema benigno o maligno. Una de las complicaciones es que pueda llegar a perforar el estómago o duodeno hasta llegar al páncreas, éstos son casos poco frecuentes.
“La úlcera tiene una vida que comienza cuando la herida está activa y tiene un proceso de cicatrización de 3 semanas, por lo general con un tratamiento adecuado o sin él. Sin embargo, existen casos en los que las heridas no se cierran y aumentan, para eso es necesario una biopsia para que el patólogo determine si se trata de un problema cancerígeno”, aseguró Ascarrunz.
Las edades más frecuentes para la presencia de lesiones en esta zona están entre 16 a 40 años, debido a la presencia de la bacteria helicobacter pylori, sumada a factores emocionales y ambientales. En cambio, entre los 40 a 60 años se tiene una mayor probabilidad de que las úlceras sean de tipo maligno.
TRATAMIENTO
El tratamiento se realiza entre dos a tres semanas para que se tenga una cicatrización adecuada, pero en los casos de úlceras, cuando se tiene problemas de irrigación, demora más tiempo.
Una manera de prevenir es la detección temprana de la gastritis, porque aquí comienza el problema que puede derivar en una úlcera si no es tratada oportunamente.
“La alimentación es un factor determinante para prevenir este padecimiento, el evitar la comida irritante, picantes, cítricos, cebolla y gaseosas. Se debe reducir también el consumo de alcohol y tabaco y un uso moderado de los antiinflamatorios”, finalizo el especialista.
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