Monseñor Abastoflor pide recuperar valores de servicio y amor al prójimo

Ayer inició el triduo pascual con la misa de la Cena del Señor en Jueves Santo, donde se practicó la enseñanza de humildad que Jesucristo demostró con el “Lavatorio de los pies”, en la oportunidad el arzobispo de La Paz, monseñor Edmundo Abastoflor, exhortó al pueblo católico a recuperar el valor del servicio al prójimo para tener una vida digna sin “pobrezas espirituales”.

El triduo pascual es el momento central de la Semana Santa, tiempo en que la liturgia cristiana y católica conmemoran la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazareth, inicia con el Jueves Santo y concluye el Domingo de Pascua.

Ayer se vivió los actos conmemorativos en la catedral Metropolitana de La Paz, en plaza Murillo, con la Misa Crismal y en horas de la tarde se desarrolló la misa de institución de la Eucaristía y el lavatorio de pies, donde asistieron cientos de católicos, entre ellos se evidencio la presencia de autoridades municipales y líderes políticos.

Como todos los párrocos de las iglesias en La Paz y el mundo, el monseñor Edmundo Abastoflor practicó el ritual del lavado del pie derecho de doce estudiantes del nivel de secundaria de la unidad educativa Santísima Trinidad.

“El lavatorio de pies de estos doce jóvenes representa a todos y cada uno de ustedes y representa también la presencia de Dios y de los hermanos en cada uno”, dijo en el altar antes de iniciar el lavado de pies.

El Jueves Santo es una de los días principales para la vida cristiana porque se recuerda la institución, eucaristía y el sacerdocio de cristiano.

La eucarística es aquel misterio grande en el que Jesucristo quiso quedar en el pan y el vino durante los siglos para estar cerca la gente y mostrar de esa forma su amor.

En la oportunidad el monseñor Edmundo Abastoflor reflexionó sobre las actitudes humanas que debe tener un seguidor de Cristo, sostuvo que es importante ayudar al prójimo, dar una mano y esperanza al más necesitado, ser un auxilio para aquella persona que no tienen a un ser humano en quien apoyarse en la tierra.

“Debemos hacer como Él hizo en el Jueves Santo, lavó los pies a los discípulos, como un servidor, como un esclavo prácticamente. El lavado de pies significa que estemos dispuestos a servir a todos, dispuestos a ayudar a los más débiles, incluso poner nuestra vida al servicio de los demás. Así podremos tener una vida más digna, una vida más conforme, como hijas, hijos de nuestro Dios, esa dignidad grande que Él nos ha dado”, declaró antes de celebrar la eucaristía.

Agregó que el Jueves Santo es la celebración de la Misa de la Cena, en la que se recuerdan la Última Cena de Jesús, la institución de la Eucaristía y del Orden Sacerdotal, y el mandamiento del amor.

El Viernes Santo es el día de meditación sobre la pasión de Cristo. Mientras que el Sábado Santo, no se tiene celebración es litúrgica porque se recuerda la muerte de Jesús. El domingo se conmemora la solemnidad de la Pascua de Resurrección de Jesucristo.

RUDY APONTE, PRESIDENTE DE LA ORDEN DEL SANTO SEPULCRO

“El lavatorio de pies representa el acto de Jesucristo tuvo con los apóstoles, demostrándoles su amor y humildad hacia ellos (Â…) Es un acto muy significativo porque se demuestra el amor que tuvo Jesucristo por nosotros, él era un ser humano. Después de la actividad tendremos la vista a las iglesias que es el reflejo de las 14 estaciones que pasó nuestro señor Jesucristo”.

GIAMBATTISTA DIQUATTRO, NUNCIO APOSTÓLICO EN BOLIVIA

“El papa Francisco dijo que se puede participar de una manera muy sencilla recibiendo el sacramento de la reconciliación y de la comunión porque son los que nos acerca al Señor. El santo padre Francisco insiste sobre esto, la iglesia está al servicio de los más necesitados. La iglesia es para el servicio de los quieren acercarse al señor y necesitan el apoyo”.

MONSEÑOR EDMUNDO ABASTOFLOR, ARZOBISPO DE LA PAZ

“Debemos ser más fraternos, más hermanos, trabajar juntos en el servicio de la gente más abandonada, de quienes sufren, del más pobre. Debemos salir de esa pobreza material, salir también de las pobrezas humanas que tenemos, pobrezas espirituales como el odio, venganza. y el deseo debe ser tener una vida más digna como hermanos, como hijos de Dios”.