Personalidades lustraron zapatos de niños trabajadores

En el marco de los festejos de la Semana Santa, la fundación Arco Iris, conjuntamente con la Iglesia Católica, realizaron ayer la “Acción por la dignidad del niño trabajador”, esta actividad busca replicar el gesto de humildad y servicio que Jesús tuvo antes de iniciar su pasión cuando lavó los pies a sus discípulos, en este sentido, autoridades, personalidades e invitados especiales lustraron los zapatos de los niños trabajadores de La Paz.

El evento, organizado por la Fundación Arco Iris, se llevó acabo en el atrio de la basílica de San Francisco, donde autoridades departamentales, municipales, policiales y religiosas, además, de periodistas, presentadores de televisión, gerentes de empresas financieras y privadas, lustraron los calzados a niños trabajadores, como una forma de demostrar que el estado y la sociedad en general están al servicio de cada uno de los niños, niñas y adolescentes trabajadores.

“Nosotros jamás hemos limpiado los zapatos de los niños lustrabotas, por la actividad que realizamos, siempre estamos metidos en nuestras cosas, y no nos detenemos a darles ni un saludo, pero hoy no solo hemos lustrado sus calzados, hemos compartido, preguntamos su nombre y si van a la escuela o no, detalles de los niños que han llegado a nuestras vidas y tocado nuestro corazón”, manifestó la presentadora del canal RTP, Inés Quispe.

Esta actividad de tinte humanitario, despertó entre todos los asistentes un ambiente de reflexión, donde el compartir con los niños en una acto que puso al uno en el zapato del otro, inspiró el amor hacia el prójimo, y el respeto por su dignidad.

“Al día, lustro los calzados como unas 16 personas, la gente no me molesta pero tampoco se interesa en mí, nunca me han lustrado los zapatos, ni me habían preguntado mi nombre, a las personas generalmente no les importa lo que hacemos día a día, si tuviera que pagarle algo a la persona que me lustro mis zapatos, le daría harto porque nadie lo había hecho y me sentí muy bien”, manifestó Lilian, una de las niñas trabajadoras que participó del acto.

Al lugar también se dieron cita, otros niños y adolescentes trabajadores para presenciar el acto, quienes desde el anonimato de sus pasamontañas y la distancia cauta que mantenían para observar lo que sucedía, pidieron que no sea sólo un día que las personas los traten como a iguales y se pongan en sus zapatos.