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Con los últimos minutos diluyéndose jugada tras jugada, con un lleno completo en Siles, con los aficionados comiéndose las uñas, con el recuerdo de las oportunidades malogradas, con un ambiente tenso en ambos banquillos, con todo el potencial en cancha para abrir un marcador que no podía terminar en cero, con un rival que se venía abajo en la parte física, apareció el gol de ‘taco’ de Jair Reinoso para que The Strongest se suba a lo más alto del torneo Clausura de la Liga.

Un cambio de frente desde la franja izquierda, posibilitó que el más desequilibrante del partido, Freddy Abastoflor, recibiera el esférico para que –como en toda noche– encare ante la oposición de su marcador, enganche y pase el balón a su compañero Diego Bejarano, quien remató de primera, para que apareciese Jair Reinoso desviando, con un gesto de lujo, la trayectoria de la pelota y marcará el único tanto del partido. Una diana que ascendió al Tigre a lo más alto de la tabla de posiciones y diezmó las posibilidades del título para la Academia.

Después de 90 noventa minutos, con varias ocasiones desperdiciadas, pero con un claro dominador, el Tigre logró la victoria ante su eterno rival, quedándose con título de ganador en el clásico número 192. Un triunfo meritorio para un equipo atigrado que buscó el partido desde principio a fin, que nunca renunció al juego ofensivo, y al final, encontró el premio a su insistencia y ganó un partido trascendente en sus aspiraciones.

Los dirigidos por Eduardo Villegas, resumieron su ofensiva en un sólo jugador: Freddy Abastroflor, quien por medio de su velocidad y picardía enloqueció a la zaga celeste, venciendo en todos los mano a mano a su marcador personal, Luis Gutiérrez. El volante ofensivo estuvo inspirado y fue el único motor ofensivo en el primer tiempo. Si el marcador terminó en cero, fue porque la delantera atigrada no tuvo el nivel indicado cuando tuvo que intervenir.

Bolívar, por su parte, llegó de México con muchas lagunas en juego. Con un mediocampo carente de ideas para la gestación de jugadas ofensivas e imprecisos en las transiciones defensa-ataque. Los celestes se aferraron al contragolpe como única arma de ataque. Con un William Ferreira siempre superado por Jefferson Lopes, con un Juan Carlos Arce apático y un desaparecido Juan Miguel Callejón, los celestes se quedaron cortos en los contraataques.

En la segunda etapa, la postura de ambos equipos mejoró a favor del espectáculo. La última ocasión de riesgo a favor de la Academia ocurrió a los 58´ con una llegada de William Ferreira, quien ante la salida de Vaca cedió la pelota a Juan Carlos Arce para que empuje el balón con el arco a su disposición, pero justo a tiempo apareció Marco Barrera para dar el puntapié. Pablo Escobar también se encontró con una inmejorable oportunidad de marcar dentro del área, cuando el partido ingresaba a los 80 minutos. En lugar de retomar la marcación los celestes se confiaron y dejaron con libertad al oponente para atacar hasta el pitazo final.

Los tres puntos que acumula el elenco de Achumani le permite igualar en unidades con el actual líder de la competencia, San José (29), aunque con un partido más en relación a los santos, que este domingo reciben a Aurora. Mientras, la Academia se queda en el cuarto lugar con 24 puntos sin tiempo para disgustarse porque el martes recibe a León, de México, en el partido de vuelta de los octavos de final de la Libertadores.