INTELIGENCIA EMOCIONAL
“El poder mental y personal se ejerce con efectividad sólo en el tiempo presente”
Muchos de los estados depresivos en las personas suelen presentarse por la percepción del propio espacio y tiempo de manera negativa y en estado de carencia de recursos para gobernar y dirigir la mente.
Para aprender a administrar nuestro tiempo debemos comenzar por recordar el principio de la temporalidad que dice: “Nuestra mente funciona en tres espacios o dimensiones lineales: espacio o tiempo presente, espacio o tiempo pasado y espacio o tiempo futuro”.
*Cuando nuestra mente está enfocada en el pasado, vive en un estado con datos excesivos, antiguos y obsoletos y la sensación que provoca esta situación es una mezcla o resultante de recuerdos más dolorosos que placenteros.
En el espacio o tiempo futuro la sensación suele ser diferente, pues este espacio- tiempo no existe en realidad, si tenemos mentalidad negativa, cosa que es muy frecuente, percibiremos sólo lo peor posible y de esa forma tendremos la creencia de que existe un Universo sin gobierno ni control y que no hay nada que ponga orden en este mundo. Ese pensamiento nos llevará a sentirnos negativos y depresivos pensando que el mal de este mundo puede triunfar eternamente cosa que no es real.
En el espacio o tiempo presente nuestra mente opera en la secuencia correcta entendiendo que lo que vamos sembrando, vamos cosechando y que es en este proceso continuo en que se desarrolla nuestra vida y nuestro destino, tanto a nivel personal o individual, como a nivel familiar.
Cuando tomamos la decisión de mantenernos en el espacio- tiempo presente, podemos ejercer dominio de este estado conociendo o intuyendo las cosas que existen en el Universo y la inteligencia que las gobierna y al darnos cuenta de que existe esa inteligencia, también nos damos cuenta de que existen leyes de la vida que en la dimensión y duración de los ciclos, se van cumpliendo a cabalidad en su espacio-tiempo respectivo.
Para controlar nuestro estado de ánimo en tiempo presente podemos recordar las siguientes afirmaciones: “yo sólo espero lo mejor y sólo sucede lo mejor”, “yo sólo espero el bien y sólo sucede el bien”.
Un pensamiento positivo de esa calidad suele ser suficiente para ubicarnos en el estado mental positivo entendiendo que también nos estamos ubicando en el espacio- tiempo presente y descubrimos que nuestro proceso pensante es creativo y los pensamientos que tenemos, las palabras que pronunciamos y los sentimientos que portamos son elementos creativos que van configurando nuestro destino, nuestra vida y nuestra manera de pasar por este mundo.
La afirmación “yo sólo espero lo mejor y sólo sucede lo mejor” tiene un poder sorprendente para modificar nuestra actitud interna y debe repetirse este pensamiento justo en los momentos en que la negatividad nos “esté atacando”. De esa manera la positividad en tiempo presente volverá a nuestra vida y memorizaremos este pensamiento de identidad: “Yo me mantengo en tiempo presente y administro mis percepciones en el campo de los pensamientos positivos y por esa razón todo va mejorando en mi vida constantemente”.
Nos vemos en el artículo de mañana.
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