El 16 de abril el IBCE organizó el Foro Económico No. 50, esto es, el Foro de Oro, por el simbolismo que representan estos cincuenta eventos a lo largo de 7 años de actividad permanente.
En esta oportunidad el debate fue sobre Unión Europea – Bolivia, relaciones comerciales y de inversión, sobre el cual me referiré en una próxima oportunidad. En esta ocasión haré un recuento de lo que ha significado el conjunto de debates sobre temas económicos en el quehacer nacional, lo cual tiene extraordinaria importancia, ya que la economía, junto a la política, son las dos actividades del quehacer nacional que repercuten en el bienestar o la pobreza.
Haciendo un repaso de los títulos de estos foros en los años 2012 al presente, uno se encuentra con “Cifras del Comercio Exterior Boliviano” que se publica cada año, como una forma de evaluar los avances que se dan en materia de exportaciones e importaciones, lo cual al mismo tiempo permite constatar si avanzamos en la diversificación productiva, tan necesaria para constatar si seguimos como en la época de los barones del estaño, o los virajes de la política nacional, que se mueve entre los vaivenes de la izquierda y la derecha, han permitido cambiar la estructura productiva, tan necesaria para la modernización del país y para disminuir la vulnerabilidad económica sujeta a las variaciones de los precios de las materias primas demandadas por los países que SÍ, como China, India y Brasil, diversifican y amplían su base productiva. La respuesta es un lamentable NO.
El primer Foro, efectuado el 8 de marzo del 2007, llevó el título “La Responsabilidad Social Empresarial como factor de competitividad”, que fue una clara demostración del interés del IBCE y otros sectores empresariales por mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos menos favorecidos de nuestro país. A este interés se añade otro foro sobre: “Triple Sello: Una herramienta de inclusión social”, que explica la forma en que un sector productivo busca mejorar las condiciones de vida y de trabajo de los trabajadores involucrados en los procesos productivos.
Algunos rubros productivos han merecido el análisis técnico y económico, entre otros el muy reciente: “Trigo, una Oportunidad para la Soberanía Alimentaria” o “La quinua boliviana traspasa fronteras para el Consumo Mundial”, que sirvió para destacar el creciente rol que juega la cadena productiva de este pseudo cereal que se pone de moda en la mesa y los mercados de muchos países. La soya, como el producto estrella del sector agroexportador ha merecido varios foros: “Soya: desarrollo tecnológico garantiza producción de alimentos”, “Producción de soya responsable en Bolivia: Standard RTRS”, “Sector oleaginoso: aporte agroalimentario para Bolivia y el Mundo”, y “BOLIVIA: Desarrollo del sector oleaginoso 1980-2010”. Destaca también: “Historia del sector azucarero boliviano”.
Otros temas de permanente preocupación de estos foros han sido los relativos a “Encuentro Agroindustrial Productivo: Más inversión, más empleos”, “Biodiversidad en Bolivia: Su importancia para el desarrollo”, “Hacia la Soberanía Alimentaria - articulación público privada: Confianza para crecer” y varios foros sobre los temas aduaneros, el rol de los despachantes de aduana y el papel de las ferias productivas para el desarrollo nacional.
Sin duda que todos estos foros contribuyen a fortalecer nuestros mecanismos institucionales y sirven para adoptar ciertas políticas económicas a favor de lo que el país requiere desde hace mucho: diversificación productiva, mayor desarrollo económico, acompañado de una mayor equidad social.
Felicitación a ese motor de los Foros Económicos, el IBCE, organización motora de iniciativas en búsqueda de un mejor futuro nacional.
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