El sector del Magisterio Urbano de La Paz, por un lado, y la movilización de los militares, por otro, colapsaron el centro de la Sede de Gobierno, aunque con diferentes demandas pero con una misma medida de presión.
La ciudad de La Paz vivió una serie de perjuicios durante la mañana, porque un centenar de maestros y maestras, sargentos y suboficiales de clase de las Fuerzas Armadas marcharon en la avenida Mariscal Santa Cruz de la ciudad paceña hasta la avenida Arce tomando como principales puntos de control todas las calles adyacentes.
Por un lado, el Magisterio rechazó la Ley Abelino Siñani, el aumento salarial del 10% y repudian la baja de más de 700 efectivos de clase de las Fuerzas Armadas.
En tanto, por quinto día, suboficiales y sargentos de las tres Fuerzas Armadas se movilizaron de forma pacífica junto con sus familias y el grupo de esposas que acompaña la demanda tocó la puerta del Comando de la Fuerza Aérea Bolivia (FAB) y la Armada Boliviana, reclamando las injustificadas bajas de los uniformados.
Por la tarde, el magisterio llevó adelante un Consejo Consultivo, sin embargo, por estrategia no se anunció medidas de presión para la próximos días.
“Vamos a llevar a un consejo consultivo el temario del porqué estamos en las calles, tenemos que asumir otras medidas de presión porque el sistema educativo se encuentra dañando todo el sistema de educación”, dijo el dirigente de la ciudad de El Alto Severo Apaza.
En tanto, la Iglesia, en conferencia de prensa, convocaba a los sectores en conflicto a apostar por el diálogo, “se deben ultimar esfuerzos para dialogar evitando actitudes que puedan dar mayor problemática”, sostuvo el presidente de la Episcopal de Bolivia, monseñor Óscar Aparicio.
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