Uso irracional de medicamentos debería ser controlado

La venta libre de algunos medicamentos y su uso irracional debería ser controlada0 por las autoridades en Salud de cada Gobierno Nacional, debido a que la falta de control se constituye en un peligro para la población, según reportó la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Para la Organización Mundial de la Salud, el uso racional de los medicamentos se entiende su uso correcto y apropiado. La OMS calculó que más de la mitad de los medicamentos se prescriben, dispensan o venden de forma inapropiada, y que la mitad de los pacientes no los toman correctamente.

En este entendido, el uso incorrecto puede adoptar la forma de un uso excesivo, insuficiente o indebido de medicamentos de venta con o sin receta. “Para que haya un uso racional, el paciente tiene que recibir el medicamento adecuado y la dosis debida durante un período de tiempo suficiente”, según un informe que ofrece el portal de esta institución.

Alguno de los usos incorrectos de los medicamentos muestran los problemas de mayor frecuencia como la polifarmacia (consumo de demasiados medicamentos); el uso excesivo de antibióticos e inyecciones; la prescripción no ajustada a directrices clínicas y la automedicación inapropiada.

A nivel mundial la OMS sostiene que en los países en desarrollo, la proporción de pacientes con enfermedades comunes tratados de conformidad con directrices clínicas en la atención primaria es inferior al 40% en el sector público y del 30% en el sector privado.

Es decir que, por ejemplo, la proporción de niños con diarrea aguda que reciben la rehidratación oral necesaria es inferior al 60%, porque más del 40% recibe antibióticos innecesarios; a ello se tomó como ejemplo también que sólo un 50% de los pacientes con paludismo que reciben los antipalúdicos de primera línea recomendados; entre otras casos, solo un 50 a 70% de los pacientes con neumonía son tratados con los antibióticos apropiados, pero hasta un 60% de los pacientes con infecciones respiratorias altas de origen vírico reciben antibióticos innecesarios.

La automedicación es la medicación sin consejo médico. Crea diversos problemas si no se tienen suficientes conocimientos. Algunas de estas complicaciones son las siguientes: Disminuir la efectividad de los antibióticos en la persona que los toma y generación de cepas de bacterias resistentes al antibiótico, que pueden infectar a otras personas; también puede ocasionar intoxicación e interacciones, es decir cuando se ingieren dos o más medicamentos puede producir daños al organismo.

Un caso con poco riesgo de automedicación son los medicamentos contra el resfriado. Normalmente los médicos los recomiendan cuando el paciente va a consulta y, a veces, el médico recomienda su uso sin necesidad de volver a visitarle.

Una alternativa a la consulta médica es consultar con el farmacéutico, que posee un importante conocimiento de los medicamentos que dispensa adquiridos mediante una carrera universitaria y mediante su constante formación postuniversitaria. El farmacéutico, en caso de que vea necesario un diagnóstico, debe remitirle al médico.

Aunque el uso incorrecto de medicamentos es asociado con el que los toma, en algunos casos, el tratamiento no adecuado es prescrito por el propio médico. Es el caso de recetar sistemáticamente antibióticos para el catarro o la gripe. Los antibióticos no tienen ningún efecto en estas enfermedades, ya que solo son útiles en los casos que se combinan con otra infección.

TESTIMONIOS

Carlos Mena Antezana:

“Considero que la automedicación parte de cada uno, muchas veces hay personas que no pueden acudir al médico, en mi caso por ejemplo yo voy a la farmacia cuando tengo un catarro y adquiero un antigripal para evitar algún tipo de complicación en mi salud, pero muy aparte de ello, creo que sí debería existir un control de la venta de medicamentos porque así como existe la mala práctica en los médicos si las personas toman un remedio inadecuado afectan más a su salud”.

Carmen Quispe:

“En varias oportunidades, me he automedicado porque no tengo posibilidades de ir a un doctor y tampoco tengo seguro así que primero me tomo unos matecitos y luego si me siento peor consulto en una farmacia si me pueden dar algún analgésico o algo que calme el dolor sobre todo cuando me molesta mi cabeza, pero antibióticos no he comprado una vez mi comadre le han inyectado una penicilina y no sabía que era alérgica y le ha ocasionado muchos daños y lastimosamente desde esa vez porque perdió la vida tengo mucho miedo”.

Mario Loayza Pérez:

“En varias oportunidades en mi familia hemos comprado medicamentos sin receta, pero tampoco se nos ha negado la venta en las farmacias, creo que sería necesario poder crear normas porque me imagino que todo tiene una consecuencia al tener desconocimiento de las fórmulas de las medicinas o dosis. Lo máximo que nosotros adquirimos son analgésicos como paracetamol, o digestan compuesto, pero me imagino que otros compran antibióticos sin receta y eso puede ser dañino”.

Carmen Catipillan:

“Cuando uno desconoce las normas y el daño que les ocasionan los medicamentos es mejor no comprarlos y asistir a un médico, pero para poder contar con la atención de un especialista también es necesario poder tener recursos, sobre todo en Bolivia la medicina y derecho a un seguro es lo peor, en otros países es el estado quien de verdad garantiza la salud de las personas cual fuera la situación social en la que se encuentre, así que para automedicarse hay que ver varios factores”.

Javier Marca Mena:

“Cuando nos enfermamos en mi familia vamos la farmacia nomás, pero casi nunca pasa eso porque tenemos muchas vitaminas en el cuerpo sobre todo aquellos que hemos vivido en el campo, alguna vez me he comprado ibuprofeno o resfrío para los niños pero no ha pasado nada, pero creo que deberían controlar la venta”.