“Hijos que odian a sus padres”

El dilema de muchos padres es descubrir con profundo dolor que algunos hijos que han criado con tanto amor van generando conductas y actitudes que reflejan un odio profundo disimulado y encubierto en muchas ocasiones, un odio abierto y directo y muchos rencores y resentimientos que aparentemente aparecen de la nada.

Estos sentimientos negativos de algunos hijos se manifiestan como conductas y actitudes destinadas a sabotear y destruir toda ilusión y todo buen deseo de los progenitores y se manifiestan también como actitudes y conductas agresivas, en ocasiones conductas adictivas y todo por realizar una venganza inconsciente e irracional contra los seres que les trajeron al mundo.

En el lenguaje de la dianética existe una idea llamada “banco de engramas” que se refiere a la memoria que contiene los incidentes dolorosos prenatales y de la primera infancia.

Esos incidentes dolorosos, riñas y peleas de los papás cuando la esposa quedó embarazada, comunicaciones violentas con los niños y también agresiones físicas muy fuertes y sobre todo, palabras violentas cargadas de intensidad emocional, son algunas de las causas que provocan la aparición de engramas que son palabras que funcionan como mandatos imperativos que emergen de la mente inconsciente y que distorsionan y envilecen todo comportamiento positivo y natural con el que vienen los niños al mundo.

Ningún intento de razonar con este tipo de personas es posible porque están bloqueadas por sus engramas y todo intento de conversar o de llegar a acuerdos es en general inútil y el camino que queda para resolver esos casos es encontrar la posibilidad de tener las regresiones dianéticas que de manera sistemática van reduciendo los incidentes dolorosos hasta que la persona va recuperando gradualmente su conciencia positiva y mayores grados de racionalidad.

Los ejercicios de regresión dianética son repeticiones verbales en estado de evocación o recordación con el cuerpo relajado y en una habitación tranquila y usted mi querido amigo o usted y querida amiga puede hacer estos ejercicios para ir borrando los incidentes dolorosos que hay que relatarlos en voz alta de comienzo a final una y otra vez por un tiempo mayor a seis minutos hasta que salgan bostezos y algunas lágrimas y después de hacer estos ejercicio se dice en voz alta: “cancelado y borrado”.

Los engramas son mandatos inconscientes que sabotean nuestras intenciones conscientes y nos distraen de nuestras actividades normales, producen dolores de cabeza que no tienen explicación aparente, suelen hacer doler las rodillas o los tobillos sobre todo cuando hay frío y producen una infelicidad interior un tanto difícil de controlar.

Por cada engrama que se borra, las sensaciones psicosomáticas y otras más van disminuyendo y en muchos casos desapareciendo pero se requiere darle continuidad a los ejercicios que al comienzo suelen provocar ciertas molestias corporales que después de todas maneras terminan por pasar.

A modo de ejercicio puede repetir estas palabras inductoras:”hay mucho dolor en mi vida”, después:”hay mucho dolor en mi alma”, “hay mucho dolor en mi cuerpo”.

Si hace los ejercicios con honestidad y durante varios días, independientemente de algunas molestias iniciales, notará unas mejoras sorprendentes en su mente, en su cuerpo y en su manera de pensar y de obrar, nos vemos en el artículo de mañana.

Palabras del autor:”La cantidad de engramas que tiene cada personas es proporcional a sus estados de malestar y sufrimiento interior”

Si desea tener una conversación con el autor o una consulta acerca de cualquier problema de su vida, llame a los teléfonos del encabezado (72513317-2488284-77787203). Los problemas sólo se resuelven cuando se los afronta con seguridad.