¿Qué nacionalizará Evo...?

Al celebrarse hoy la Fiesta del Trabajo felicité a mi comadritay, porque ella es una trabajadora auténtica que labura siete días a la semana, mientras que yo solamente la asesoro en sus grandes operaciones financieras para hacer resbalar unas comisiones a mis bolsillos siempre depauperados, lo que en buenas cuentas significa que yo vivo a costa de ella, mientras ambos escribimos para no desvincularnos de los grandes asuntos que interesan al país.

Siempre curiosa la cholita cochabambina, me pidió mi opinión sobre el trabajo, respondiéndole muy suelto de cuerpo que el trabajo es una maldición bíblica que los hombres debemos cumplir después de haber cometido el pecado original, que es el menos original de los pecados y desde entonces trabajamos para poder comer un pan con el sudor de nuestra frente, mientras Eva y sus descendientes mujeres están condenadas a parir con dolor, hasta que fue inventada la operación cesárea.

Mi comadritay coincidió conmigo en mis nociones bíblicas, pero prefirió da un salto gigantesco sobre la Historia, conduciéndome al tema del día, o sea el Día del Trabajo en Bolivia, y cómo se celebra esa fiesta tan importante en la actualidad y bajo el mandato del señor Evo Morales, Presidente Vitalicio de Bolivia, nuestro infortunado país, donde ya existe la pequeña tradición de utilizar esa fecha para que nuestro mandatario “regale” a los trabajadores con el anuncio de alguna o de varias nacionalizaciones, o sea el traspaso de industrias o empresas extranjeras a poder del Estado, lo cual pareciera que produce un gustirriquitín a ciertos sectores populares con los cuales Macacha y yo discrepamos totalmente.

Y aquí viene la gran pregunta que formulé a mi comadre cholita: “¿Qué empresas, industrias e instituciones extranjeras cree usted, comadritay, que Evo nacionalizará este 1º de Mayo para regalar a nuestro pueblo trabajador...?”.

La cholita de Quillacollo metió su mano derecha a uno de sus bolsillos ocultos entre sus polleras, de donde extrajo una larga lista de posibles nacionalizaciones que serán anunciadas hoy por Evo, que es tan dadivoso con su pueblo y sobre todo con sus amigos políticos. Quise leer primicialmente, pero Macacha no me lo permitió, nombrándome ella a algunas, que me las dijo en la oreja, pidiéndome guardar reserva para no quitarle ese placer al mandatario nacionalizador. Pero como yo no soy baúl de nadie, les cuento que están en su larga lista algunas como la Fábrica Manaco, lo cual nos obligará a usar zapatos chinos y coreanos, así como dos o tres empresas mineras de las grandes, la Fábrica de Cemento del señor Samuel Doria Medina y hasta algún equipo de fútbol que tiene un nombre extranjero.

No creo mucho en los datos que atesora mi comadritay de Quillacollo, pero sí en que habrá algunas nacionalizaciones porque son éstas las que más alegran a nuestro mandatario.

Junto a la presente edición de este periódico ya podrán encontrar nuestros lectores este gran regalo que hará Evo a los trabajadores en este gran día.