Crisis institucional en las FFAA

El Estado es una Institución de instituciones; dentro del mismo están las instituciones públicas y privadas. Las primeras son aquéllas que están directamente al servicio del Estado, para que éste cumpla su principal finalidad que es buscar el bien común, es decir el bien de todos los habitantes. Las segundas, o sea las privadas, son las sociedades mercantiles y las asociaciones en todas las actividades de la sociedad civil, como las religiosas, deportivas, culturales, etc.

Entre las instituciones públicas están las Fuerzas Armadas del Estado (antes, de la Nación boliviana), que tienen como misión fundamental, según la Constitución Política del Estado Plurinacional, Art. 244, conservar la independencia, seguridad y estabilidad del Estado (...). Y en el Art. 245 dice que la organización de las FFAA descansa en su jerarquía y disciplina. Es esencialmente obediente, no delibera y está sujeta a las leyes y reglamentos militares. Como organismo institucional no realiza acción política (...).

Asimismo la Ley No. 1.405, Ley Orgánica de las FFAA de la Nación (ahora Estado), en su Art. 3 dice que el Estado mediante las FFAA organizará la Seguridad y Defensa Nacional (...) y en su Art. 4 dispone que como Institución no realiza acción política partidista (...), más concreta que lo que manda la Constitución, pues la Fuerza Armada realiza políticas de seguridad y defensa, además de otras actividades al servicio del Estado.

Las Fuerzas Armadas, como la Iglesia Católica, son tradicionalmente instituciones de organización vertical, es decir que su estructura de autoridad parte de un ordenamiento jerárquico, de arriba hacia abajo. Estas instituciones por su actividad y desarrollo son impermeables a los cambios que afecten su estructura, en especial el aparato militar, ya que sin subordinación y obediencia a los mandos superiores, no podría cumplir su misión, pues en caso de guerra u otra labor, una orden o disposición de comando podría no ser cumplida y en consecuencia resultaría fallida, con graves consecuencias para sus específicas funciones.

Las demandas de los miembros de la institución militar en el nivel de suboficiales, con el argumento de la descolonización han desnudado una crisis interna que se fue acumulando, a partir del discurso del gobierno de corte socialista indigenista y una política gubernamental de partidizar políticamente a la institución militar, pues el Presidente del Estado Plurinacional en varios discursos, en actos militares, pidió a sus miembros abrazar la ideología socialista indigenista populista, que sostiene el Gobierno.

La tendencia indigenista fundamentalista con el disperso discurso de la descolonización, y el racismo, ha ido penetrando y descomponiendo la estructura militar, cuyo resultado es el actual conflicto. Otra de las corrientes del régimen gobernante, de extrema izquierda, ha contribuido también a afectar la institucionalidad militar, con la pretensión de convertirla en una milicia popular.

El gobierno del MAS, cuyo principal sostén son precisamente las Fuerzas Armadas, ha dejado de lado una vez más su discurso populista y ahora reclama subordinación y cumplimiento de la Constitución y de las leyes, cuando en otras ocasiones por conveniencia no las cumple.

Otra de las características de las políticas del gobierno masista ha sido y es la de dividir y debilitar a las instituciones públicas y privadas del Estado y en el Estado, de tal suerte que en este régimen vivimos en una situación de permanente división, conflicto y enfrentamiento. La institucionalidad del Estado ha sido echada abajo, con grave riesgo para la paz social y la seguridad del Estado.

La solución al problema castrense es reponer su unidad en función de los altos intereses del Estado boliviano y la sujeción estricta a las leyes, aunque se debe modernizar algunos reglamentos, y en especial los derechos ciudadanos y humanos de los componentes tienen que ser respetados. Los mandos deben dejar el partidismo de ocasión y todos ponerse al servicio del Estado para preservarlo ante las acechanzas de los enemigos internos y externos de la Patria.