La playa de Leme de Río de Janeiro fue tomada esta semana por 141 esculturas de osos que forman parte de una exposición itinerante destinada a promover “la unión de los pueblos” y dentro de una de las iniciativas para conmemorar el Año de Alemania en Brasil.
Las esculturas de dos metros, pintadas con vivos colores, representan a diferentes países y culturas del mundo y utilizan el ícono de la ciudad de Berlín, un oso en pie con las patas delanteras levantadas, para enviar su mensaje de tolerancia.
Las esculturas fueron creadas por artistas de varios países y fueron mostradas al público por primera vez en 2002 en Berlín.