Es innegable que la diversificación de los mercados para nuestras exportaciones es importante; pero para eso es preciso que nuestros índices de producción crezcan y ello será posible sólo mediante la inversión de capitales financieros y tecnología que, luego, una vez implementados y desarrollados en el país, generen riqueza y procuren empleo.
Las exportaciones han sido en toda la historia económica del mundo, medio apropiado para la obtención de divisas, la creación de nuevas fuentes de trabajo mediante las inversiones y la diversificación económica con la finalidad de conseguir no sólo la exportación de materia prima sino, muy especialmente, de dar a la materia prima un valor agregado; lamentablemente, para el caso de nuestro país, ninguna de esas reglas se ha cumplido porque, al menos hasta hace varias décadas, nos hemos sentido satisfechos con la exportación de materias primas y hemos abandonado toda posibilidad de industrialización con la finalidad de conseguir valor agregado.
Hoy, todos los países consumidores prefieren mercadería terminada, lista para el uso o consumo pero que tenga calidad. Y este ha sido el factor que han cumplido economías como la chilena, que han adquirido preponderancia mundial en el campo de las exportaciones porque han sabido darle a su producción mucha calidad y, a todo ello, valor agregado a la cantidad de producción, que le ha permitido diversificar su economía, explotar muchos rubros de la industria y garantizar su presencia en los mercados internacionales.
Los países desarrollados quieren cooperar con los países pobres y subdesarrollados asegurándoles mercado y en ello está empeñada la Comunidad Europea que ha mostrado su disposición para utilizar alrededor de nueve mil ventajas en rubros que cuenten con mercado seguro; abren sus fronteras liberando de cargas impositivas y suprimiendo dificultades para que lleguemos al comercio europeo en condiciones ventajosas. Es una oferta que deberíamos aprovechar y emprender para ello políticas que nos permitan garantizar las inversiones, producir riqueza, crear empleo y llegar a competir en cantidad y calidad con productos aceptables. Seguir con las políticas de ser monoproductores de minerales, ampliado ahora con el gas, no es suficiente; éstos rubros -minería e hidrocarburos- deben ser, con el tiempo, complementarios de nuestras exportaciones si realmente queremos abandonar la sima de la pobreza y parangonarnos, siquiera en mínima parte, con países vecinos que han alcanzado altos índices de desarrollo y progreso mediante la producción y consiguientes exportaciones.
Es de esperar que la Ley de Inversiones, que debe contar con todas las garantías y sin el peligro de estatizaciones, nacionalizaciones o expropiaciones, tan peligrosas y negativas para el país, sea el instrumento para iniciar nuevas etapas en el comportamiento económico.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |