• Los vecinos del lugar afirman que no cuentan con ninguno de los servicios básicos en sus hogares.
La urbanización Los Lirios, ubicada en el Distrito Municipal 7, se encuentra a más de 20 kilómetros de La Ceja de El Alto, en la parte norte de la carretera a Copacabana, y, a pesar de sus cinco años de existencia, en la actualidad está en completo abandono ya que no cuenta con ninguno de los servicio básicos como para que sus habitantes puedan vivir de manera digna.
De acuerdo con el actual presidente del barrio, Domingo Mendoza, esta zona fue fundada un 28 de junio de 2009 y cuenta con aproximadamente 300 lotes y más de 450 habitantes distribuidos en 43 manzanos. Asimismo, aseguró que a pesar del número de personas con que cuenta, ninguna de las autoridades municipales se ha acordado que un barrio que tiene tantos habitantes tiene prioridades que no pueden ser excluidas de su atención.
Según el relato de sus habitantes a EL DIARIO, en el tiempo que tienen viviendo en su urbanización los principales problemas con que todos los días tienen que lidiar son la falta de los principales servicios básicos como el agua, luz, alcantarillado, alumbrado público, una posta sanitaria y un módulo policial que puedan brindar la seguridad ciudadana a sus pobladores.
Doña Eusebia Rodríguez, una de las vecinas más antiguas de Los Lirios, relató cómo es que tienen que sobrevivir día a día, principalmente buscando agua para sus principales necesidades, como la cocina y el aseo personal, y si encuentran es de un pozo que está a lo lejos de las casas donde viven los vecinos, pero que debido a que es agua de pozo todos los días tienen que pensar que un día no se enfermen sus hijos.
“Estamos prácticamente al abandono por las autoridades, porque a pesar del número de personas que vivimos en este lugar no hay autoridad municipal que se acuerde de nosotros para que podamos contar por lo menos con una pileta pública y el alumbrado público que tanta falta nos hace, porque a raíz de este último sufrimos muchos asaltos, especialmente en las noches, porque vivimos en penumbras y los ladrones se aprovechan de esta situación”, manifestó doña Eusebia.
El aprovisionamiento de velas y en algunos casos de querosene para los mecheros es la preocupación de todos los días, porque de faltar cualquiera de los dos utensilios las noches se convierten en peligrosas, tanto en las calles como los mismos domicilios, debido a que en muchas ocasiones varios vecinos fueron objeto de robo dentro de sus casas, donde los delincuentes se llevan lo que pueden sin que los mismos dueños de casa puedan hacer algo para impedirlo.
SEDE SOCIAL
En la actualidad, la única infraestructura que se está construyendo es la sede social de la zona que con el propio sacrificio económico de los vecinos se está edificando, siendo que cada uno de sus habitantes entregó un monto general para una primera fase, como es la obra bruta, que hizo un gran total de 18 mil bolivianos, siendo más adelante la complementación de la obra fina o terminado, que según los mismos constructores, quienes son los mismos vecinos, costará un monto similar.
“Tuvimos que hacer sacrificios con la poca economía que tiene la vecindad, pero se ha visto que un lugar donde reunirse se ha convertido en prioridad aspecto que fue entendido por cada uno de nosotros y es por eso que ahora ya nuestra sede se encuentra ya casi terminada”, finalizó su presidente Domingo Mendoza.
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